

Tenemos que reconocer que una de las cosas que más nos gusta de esta casa es su marcado estilo mediterráneo, que sin duda nos haría dudar de si se trata de una casa en Ibiza o, incluso, en Mykonos, ya que comparten muchos detalles decorativos.
Lo poco que se puede ver del exterior nos da muchas pistas de ese estilo rústico y sencillo del que hablábamos al principio, con esa fachada algo basta, el suelo de cemento, la naturaleza o ese banco de obra que forma parte de la vivienda, un rincón con encanto.
El comedor combina paredes y bancos blancos con el gigantesco tablero de madera oscura. La pequeña ventana preside el comedor, dando un aire de lo más cortijero al conjunto.

En principio puede parecer poco práctico el hecho de no disponer de muebles “de verdad”, como armarios para la ropa, pero teniendo en cuenta que se trata de una casa de veraneo en la que se deben pasar estancias cortas, no debería ser un problema.
Vía: Decoesfera
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