Buensalido Architects es un estudio de Manila que defiende la práctica de una arquitectura filipina contemporánea, y eso es lo que ha hecho en esta vivienda situada en Taguig, una de las ciudades surgidas más recientemente en el área metropolitana de la capital del país. Una explosión de formas y colores vibrantes rinden homenaje al espíritu de sus paisanos en un espacio de de 180 metros cuadrados.
Los filipinos son una sociedad muy festiva. Su calendario de celebraciones locales son la prueba. De modo que se han inspirado en este rasgo para desarrollar todo el diseño e interiorismo de una vivienda marcada también por sus líneas exteriores.
De cara a trasladar físicamente este rasgo, el estudio ha optado por un acercamiento conceptual. El recurso más empleado es la presencia del triángulo, que, de manera abstracta representa las banderitas que suelen decoran las calles en cualquier celebración local.
De este modo, los triángulos perforan las paredes y el techo del salón, se convierten en una obra de arte en la escalera o las habitaciones, y dan forma a mesas, sillas y luminarias.
Otro recurso importante ha sido el uso de colores vibrantes para el mobiliario. Los rojos, turquesas o rosas ácidos representan, según el estudio, “el optimismo y la actitud positiva de los filipinos, que siempre saben cómo sonreír por muy mala que sea la situación”.
Para potenciar estos recursos, toda la casa es un gran lienzo en blanco. De este modo, los triángulos perforados resaltan sobre las paredes en blanco (un efecto al que ayuda el espejo del salón) y el mobiliario resulta siendo una explosión de color entre tanta monocromía.
Las líneas minimalistas del mobiliario de la cocina y de las estanterías del estudio también buscan pasar desapercibidas para que el resto de elementos sean los protagonistas.
Lo contrario ocurre con la iluminación. A mayor luz artificial, más expuestos quedan los recursos empleados, sobre todo los triángulos perforados. Esto se debe a que han colocado luminarias detrás de las paredes y el techo (ambos falsos) y, al encenderlas, los huecos crean juegos de sombras cambiantes dependiendo del número de luces encendidas.
Los triángulos de la pared, por cierto, se han realizado con fresadoras CNC para lograr una precisión exacta.
Destaca también la clase de materiales empleados en el suelo. En el salón y la cocina, por ejemplo, se ha aplicado un sellador a base de litio para conseguir un efecto de terrazo liso, mientras que el suelo del ático se ha cubierto de césped artificial para crear una especie de jardín interior que continúa hasta el exterior. Este material también se ha utilizado para la base de la mesa.
Para más información visiten: Buensalido Architects
Vía: diarioDESIGN
Los filipinos son una sociedad muy festiva. Su calendario de celebraciones locales son la prueba. De modo que se han inspirado en este rasgo para desarrollar todo el diseño e interiorismo de una vivienda marcada también por sus líneas exteriores.
De cara a trasladar físicamente este rasgo, el estudio ha optado por un acercamiento conceptual. El recurso más empleado es la presencia del triángulo, que, de manera abstracta representa las banderitas que suelen decoran las calles en cualquier celebración local.
De este modo, los triángulos perforan las paredes y el techo del salón, se convierten en una obra de arte en la escalera o las habitaciones, y dan forma a mesas, sillas y luminarias.
Otro recurso importante ha sido el uso de colores vibrantes para el mobiliario. Los rojos, turquesas o rosas ácidos representan, según el estudio, “el optimismo y la actitud positiva de los filipinos, que siempre saben cómo sonreír por muy mala que sea la situación”.
Para potenciar estos recursos, toda la casa es un gran lienzo en blanco. De este modo, los triángulos perforados resaltan sobre las paredes en blanco (un efecto al que ayuda el espejo del salón) y el mobiliario resulta siendo una explosión de color entre tanta monocromía.
Las líneas minimalistas del mobiliario de la cocina y de las estanterías del estudio también buscan pasar desapercibidas para que el resto de elementos sean los protagonistas.
Lo contrario ocurre con la iluminación. A mayor luz artificial, más expuestos quedan los recursos empleados, sobre todo los triángulos perforados. Esto se debe a que han colocado luminarias detrás de las paredes y el techo (ambos falsos) y, al encenderlas, los huecos crean juegos de sombras cambiantes dependiendo del número de luces encendidas.
Los triángulos de la pared, por cierto, se han realizado con fresadoras CNC para lograr una precisión exacta.
Destaca también la clase de materiales empleados en el suelo. En el salón y la cocina, por ejemplo, se ha aplicado un sellador a base de litio para conseguir un efecto de terrazo liso, mientras que el suelo del ático se ha cubierto de césped artificial para crear una especie de jardín interior que continúa hasta el exterior. Este material también se ha utilizado para la base de la mesa.
Para más información visiten: Buensalido Architects
Vía: diarioDESIGN
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