En un espacio de pocos metros cuadrados, el estudio de diseño eos méxico ha creado un mercadillo de libros para el stand de la editorial Arquine en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara utilizando como materia prima el libro, quitando de él ese sentido de ser intocable y muchas veces hasta venerado por los lectores.
El plan era concebir la venta de libros como la de cualquier otro producto de consumo de primera necesidad, de manera que el mobiliario se diseñó tomando como referencia los que se utilizan en la venta de frutas y legumbres en los mercados.
Para completar el mensaje, se colocaron tarjetas con dichos típicos de estos establecimientos mexicanos como: “kilos de a kilo”, “pásele pásele” o el clásico de “si no compra, no magulle”.
270 libros se atornillaron a los muros generando una textura que provoca tocarla. Los libros abiertos en una página donde se ilustran pinzas de madera aportan calidez y el olor tan particular que tienen los libros nuevos al espacio.
Las lámparas están creadas utilizando libros cortados y dispuestos de manera radial que se suspenden sobre el mostrador generando una iluminación cálida.
Además, para lograr una experiencia única del comprador, en el stand también se colocaron manzanas naturales de cortesía para que los visitantes pudieran llevarse una y, por qué no, acompañar su lectura con una rica manzana. Las empleadas llevaban mandiles diseñados especialmente para que todo el espacio y ambiente fuera congruente con el concepto de diseño.
Para más información visiten: eos méxico
Vía: diarioDESIGN
El plan era concebir la venta de libros como la de cualquier otro producto de consumo de primera necesidad, de manera que el mobiliario se diseñó tomando como referencia los que se utilizan en la venta de frutas y legumbres en los mercados.
Para completar el mensaje, se colocaron tarjetas con dichos típicos de estos establecimientos mexicanos como: “kilos de a kilo”, “pásele pásele” o el clásico de “si no compra, no magulle”.
270 libros se atornillaron a los muros generando una textura que provoca tocarla. Los libros abiertos en una página donde se ilustran pinzas de madera aportan calidez y el olor tan particular que tienen los libros nuevos al espacio.
Las lámparas están creadas utilizando libros cortados y dispuestos de manera radial que se suspenden sobre el mostrador generando una iluminación cálida.
Además, para lograr una experiencia única del comprador, en el stand también se colocaron manzanas naturales de cortesía para que los visitantes pudieran llevarse una y, por qué no, acompañar su lectura con una rica manzana. Las empleadas llevaban mandiles diseñados especialmente para que todo el espacio y ambiente fuera congruente con el concepto de diseño.
Para más información visiten: eos méxico
Vía: diarioDESIGN
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