martes, 10 de mayo de 2011

Cómo Aprovechar la Luz Natural

Aún cuando la luz natural y su incidencia en el espacio es preocupación del constructor y no del decorador, contamos con una serie de recursos elementales útiles para manipular la luz que recibe cualquier ambiente en particular. Temas como la distribución de los muebles, la elección de los colores y superficies, o el uso de aberturas, son la clave para enfrentar una buena manipulación de luz natural a partir de estrategias decorativas.



Planificar la distribución de los muebles:

La distribución de muebles debe estar pensada, sin duda, teniendo en cuenta la forma en que estos afectan la calidad y cantidad de luz natural que recibe un ambiente.

• Los muebles más grandes deben situarse pegados a la pared, rodeando la habitación, para permitir que la luz llegue a todos los rincones. No interponer un mueble en el camino que recorre la luz desde las ventanas al resto de la habitación.

• Evitar cualquier clase de repisa o mueble delante de las ventanas.

• Las repisas o bibliotecas, principalmente las más grandes, pueden colocarse apoyadas a la pared y sin fondo, de modo que absorberán menos luz y harán más luminosa la estancia.

• Los mejores muebles son los bajos, de líneas simples. Además de ganar continuidad visual y crear sensación de espacio, permite una mejor distribución de la luz. Si se utilizan muebles altos no sobrecarguen la parte alta o los estantes más altos.

Aberturas:

La forma en que utilizamos las aberturas existentes o generamos nuevas, son un recurso importante en la decoración, más aún, en la manipulación de luz natural.

• Conectar ambientes con aberturas y arcos eliminando la pared, genera una mayor luminosidad. Además de ampliar visualmente el espacio, las aberturas permiten una mejor distribución de la luz por los ambientes. Una cocina con poca luz, inmediata a un comedor bien iluminado, puede integrarse con una barra de desayuno en lugar de la pared, que permita estar levemente separados pero compartiendo la claridad de un ambiente a otro, además que produciría un impacto visual de profundidad y amplitud, especial para ambientes pequeños.

• Las puertas acristaladas y las correderas son recursos útiles para separar ambientes sin obstaculizar el paso de la luz. Las correderas, por ejemplo, al dejar libre todo el vano de la puerta, siempre proporcionan mayor acceso de luz.

• Las ventanas cuanto más altas, menos intensa es la luz que entra, pero más uniforme.

• Pintar las ventanas del mismo color que las paredes, provee un mayor protagonismo al exterior, logrando mayor luminosidad.

• Despejar la salida al patio, terraza o balcón. Evitar muebles que obstaculicen el paso y situar la vegetación exterior fuera del campo visual.

• Recordar que el exceso de luz puede fácilmente controlarse con persianas, cortinas, estores u otros elementos decorativos.

Elección de Colores:

Teniendo en cuenta que el color es el principal elemento que intensifica u oscurece un ambiente, será importante tener en cuenta algunos consejos.

• Los colores blancos y amarillos son elecciones seguras para ganar luminosidad. Los colores suaves, claros o pasteles siempre aportan claridad y sensación de amplitud.

• Las molduras o cornisas claras, y los techos blancos o más claros que el color de las paredes, producen que el techo y la habitación se eleven visualmente, obteniendo una sensación de luz y espacio.

Superficies, texturas y materiales:

La luz refleja en las superficies de una habitación, siendo absorbida o rechazada. Tanto para el buen manejo de luz natural como para la utilización de fuentes de luz artificial, las superficies, texturas y materiales utilizados en una decoración, deben estar previamente pensados en función del resultado que se quiera obtener.

• Las superficies blancas y/o brillantes reflejan mejor la luz. Los suelos claros y brillantes, un sillón tapizado en tela blanca o un mueble claro, permiten una utilización optima de los recursos lumínicos.

• Las maderas claras y con poca veta ayuda a dar luminosidad.

• El aluminio, el hierro forjado pintado en tonos claros y el cristal proveen efectos de luminosidad interesantes.

• En el interior, las plantas de hoja pequeña en verde claro, o los ramos de flores ayudan a generar luminosidad.

• Los marcos de cuadros en colores suaves son siempre útiles. También podemos colocar un zócalo alto y en tonos claros o utilizar espejos en lugares estratégicos.

Telas y textiles:

• Las mejores telas para cortina son las telas claras, poco tupidas y con tramas abiertas, por ejemplo, la gasa, el lino y el organdí. Estas permiten un mayor paso de la luz.

• Las tapicerías y fundas en blanco multiplican la luz.

• Tengan en cuenta que los tapizados con grandes estampados pueden oscurecer el ambiente.

• Si poseemos un suelo oscuro en un ambiente poco luminoso, podemos elegir una alfombra clara. La mejor opción son las telas naturales (algodón, lana) y las fibras vegetales. Los ribetes deben ser siempre finos y claros si queremos generar mayor luminosidad.

Vía: Casa Actual

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