Hotel Envision Green

El Envision Green Hotel es un rascacielos con forma de huevo, que pertenece a la más arquitectura sustentable, diseñado por Richard Moreta Architecture (gabinete fundado por un socio de GMZ-Design, compañía especializada en el eco-diseño) con los interiores de la empresa con sede en Miami, MRA Design, para el concurso de diseño Design´s Radical Innovation in Hospitality.

Pero el Envision Green Hotel no pretende ser un edificio sostenible más de los muchos que se van diseñando en los últimos tiempos, sino que quiere ser un edificio de eco-arquitectura que funcione como un organismo vivo, porque literalmente respira a través del viento que genera, permitiendo que el aire natural y limpio penetre en el interior de su saludable estructura sin intervención mecánica. El exterior está completamente cubierto por células fotovoltaicas de alto rendimiento que proporcionan toda la energía que necesita el rascacielos, mientras que sus jardines interiores distribuidos por los distintos niveles actúan como una prolongación de la tierra hacia al cielo, creando mini-microclimas que filtran el aire y actúan como aisladores. Los alrededores de la inmensa arquitectura disponen de piscinas de agua reciclada que servirán como sumideros, depósitos de agua y barreras contra incendios, además de proporcionar una espectacular decoración acuática al complejo hotelero. Las turbinas eólicas calientan las calderas y crean vapor para la planta enfriadora de agua que está debajo de la estructura y servirá para enfriar y calentar el hotel.

El interior del hotel está iluminado por un eficiente sistema de iluminación LED. Las habitaciones para los huéspedes incluyen una plataforma de control que se adapta al estado de ánimo del usuario, esto quiere decir que el huésped controlará la iluminación y elegirá las maravillosas imágenes digitales de las grandes pantallas que se reflejan en las paredes y en los techos de cristal para proporcionarle relajamiento y entretenimiento en un marco que velará por su salud e todo momento. Este complejo arquitectónico ecológico, que aprovecha los recursos naturales de tal modo que minimiza el impacto ambiental de los edificios sobre el medio ambiente y sus moradores, también recupera el agua de lluvia que aprovecha para los baños y el riego de los jardines. Y por si algo faltara en el contexto urbano circundante, los muros exteriores forman una cortina de luz LED que va cambiando de color durante la noche como un gigantesco huevo Fabergé (huevo compuesto de piedras preciosas y decorados de esmalte de la casa Fabergé entre 1885 y 1917).