El alzado principal, dedicado en exclusiva a la exposición de producto, se reviste de piedra. Unas delgadas láminas de acero nacen de las llagas de la piedra, y generan unas baldas continuas sobre las que se dispone el calzado. El carácter frío y neutro de la piedra junto con el acero, otorga protagonismo al producto, que, bañado por las tiras de luz, adquiere un áurea especial. Por su parte, el alzado opuesto toma un carácter radicalmente contrario.
La madera se convierte en el principal protagonista, y a partir de ella, se diseña un mueble que cumple diversas funciones. Por un lado, se crea un asiento corrido, que, revestido de piel a modo de sillón, permite al usuario probar cómodamente los zapatos. De igual manera, se genera un espacio de mostrador, que, acompañado de un bloque monolítico de terrazo verde, acota el espacio de venta. El último alzado lo construye el reflejo de la actividad de la propia calle Claudio Coello a través del espejo que cubre la superficie de este último plano del local. Gracias a este material se duplica el espacio interior consiguiendo una mayor amplitud visual y generando el fondo de un probador artificial para el cliente.
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