El área se dividió en 5 sesiones: barra, sala 1, sala 2, sala de eventos y área técnica. En el bar y la sala 1, la idea era crear un ambiente más ligero y más "suelto" para un alojamiento más rápido para los huéspedes. Ya en el pabellón 2, separado por una gran bodega de hierro y vidrio, la propuesta era al revés. Las mesas más grandes y cómodas invitan al cliente a una estadía más larga.
Por un lado, frente al área técnica, ubicaron el gran diferencial de esta unidad: grandes mesas, espacios generosos en forma de cabina, separadas por barandas de madera que sirven a grandes grupos de comensales junto a sus maletas.
Finalmente, la sala de eventos cumple con una demanda poco conocida pero bastante común en los aeropuertos, que son reuniones y eventos corporativos que se llevan a cabo en el restaurante, con el objetivo de no perder el tiempo con los desplazamientos.
Los materiales aplicados en el proyecto siguieron la identidad visual: madera de Cumarú para pisos y revestimientos, cortes de acero que determinan el Área Técnica, hierro pintado de negro y cerámica blanca retro, esparcidos en algunas caras del restaurante, que rompen la sobriedad de los otros materiales.
Para más información visiten: Bruschini Arquitetura
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