Uno de ellos es el toallero del baño, nos queda muy bien distribuido el mueble de lavabo, pegadito a la ducha y, en frente, el inodoro junto con una columna de almacenaje, pero cuando nos queremos dar cuenta siempre nos hacemos la misma pregunta ¿Dónde pongo la toalla?
Ocurre lo mismo con la escalera (poco usada, pero tarde o temprano nos acabamos acordando de ella), la tabla de la plancha, el tendedero y el protagonista que hoy nos lleva a escribir este post: el cesto de la ropa sucia.
Como decimos, solemos olvidarnos de él cuando llevamos a cabo la planificación de toda una casa para entrar a vivir en ella.
Es cierto que hay cosas mucho más importante pero, una vez están resueltas todas, toca enfrentarnos a las “pequeñeces”. Así que para todos esos múltiples casos en los que no queda más remedio que dejar el cesto a la vista, hemos recopilado una serie de ejemplos que pueden quedar la mar de bien para ser vistos.
Cestas con tapa
Lo primero que se nos viene a la mente cuando el cesto ha de estar visto es que tenga tapa para no ver ese caos que se produce dentro.
En este sentido podemos encontrar modelos de diferentes materiales, con la tapa de “quita y pon” o sujeta a la estructura por un extremo.
Cestas de rejilla
Para los más atrevidos existen las cestas con estructura de rejilla vista, aunque sabemos que incluso dentro de los más lanzados los hay un tanto comedidos, así que para ellos van las cestas de rejilla con una canasta interior de tela.
Cestos con bolsa interior
Este tipo de modelos resultan ideales para sacar la bolsa y transportarla hasta la lavadora si la tenemos lejos. Además, suelen tener un sistema de cierre para que no se salga nada por el camino.
Cestas con asas
Y si tenemos que transportar la cesta entera, nada mejor que un modelo con asas para manejarla mejor.
En este sentido hay una gran variedad, y suele ser un motivo que contribuye positivamente en el diseño del cesto.
Cestas de tela con estructura
Y ya que tiene que estar a la vista ¿por qué no jugar con su diseño? Para ello es muy útil jugar con la forma de su estructura.
Existen modelos muy curiosos con estructura en forma de cruz, ya sea de madera o metal, sobre la que se sujeta una bolsa textil. El color y tejido del mismo se encargan de hacer el resto para estar más acorde con un estilo u otro.
Bajo una encimera
Y como no queremos dejar de lado la ubicación de las cestas, en aquellas casas que pueden contar con el lujo de tener un cuarto de lavandería, vemos una de las mejores soluciones que es tener no solo un cesto de la ropa sucia, si no dos o tres unidades.
Se pueden ubicar bajo una encimera y estos pueden contar con ruedas para su mejor manejo.
Dentro de un mueble
Y como no, si tenemos hueco en algún mueble, ya sea en el cuarto de lavandería, en el baño o en la cocina, nada mejor que colocar la cesta, a modo extraíble, dentro de él.
El espacio quedará más limpio y recogido y no tendremos que preocuparnos tanto por la estética.
Otros tipos de cestos de ropa sucia
Cestas de rejilla
Para los más atrevidos existen las cestas con estructura de rejilla vista, aunque sabemos que incluso dentro de los más lanzados los hay un tanto comedidos, así que para ellos van las cestas de rejilla con una canasta interior de tela.
Cestos con bolsa interior
Este tipo de modelos resultan ideales para sacar la bolsa y transportarla hasta la lavadora si la tenemos lejos. Además, suelen tener un sistema de cierre para que no se salga nada por el camino.
Cestas con asas
Y si tenemos que transportar la cesta entera, nada mejor que un modelo con asas para manejarla mejor.
En este sentido hay una gran variedad, y suele ser un motivo que contribuye positivamente en el diseño del cesto.
Cestas de tela con estructura
Y ya que tiene que estar a la vista ¿por qué no jugar con su diseño? Para ello es muy útil jugar con la forma de su estructura.
Existen modelos muy curiosos con estructura en forma de cruz, ya sea de madera o metal, sobre la que se sujeta una bolsa textil. El color y tejido del mismo se encargan de hacer el resto para estar más acorde con un estilo u otro.
Bajo una encimera
Y como no queremos dejar de lado la ubicación de las cestas, en aquellas casas que pueden contar con el lujo de tener un cuarto de lavandería, vemos una de las mejores soluciones que es tener no solo un cesto de la ropa sucia, si no dos o tres unidades.
Se pueden ubicar bajo una encimera y estos pueden contar con ruedas para su mejor manejo.
Dentro de un mueble
Y como no, si tenemos hueco en algún mueble, ya sea en el cuarto de lavandería, en el baño o en la cocina, nada mejor que colocar la cesta, a modo extraíble, dentro de él.
El espacio quedará más limpio y recogido y no tendremos que preocuparnos tanto por la estética.
Otros tipos de cestos de ropa sucia
Como ven, no tiene que cundir el pánico si nos hemos olvidado del cesto de la ropa sucia en un principio. Siempre podremos elegir un diseño acorde con la estética del espacio para dejarlo visto.
Vía: Decofilia
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