Hoy vamos a ver una madera tropical que no nos ha dejado indiferente: la madera de parota (amber wood). Esta madera proviene del árbol Enterolobium cyclocarpum que es nativo de América, concretamente de regiones tropicales y templadas o cálidas. Recibe multitud de nombres, según dónde se dé, entre los más comunes y extendidos se encuentran árbol de Guanacaste, oreja de elefante o parota.
Se trata de un árbol grande y llamativo, caducifolio, de 20 a 30 m (hasta 45 m) de altura, con un diámetro a la altura del pecho que puede llegar a alcanzar 3 m. Por sus propiedades de crecimiento rápido, la parota es especie sostenible y una de las pocas maderas tropicales que no figura ni en los Apéndices del Convenio CITES ni en la lista de especies amenazadas de la UICN.
La madera de parota posee el duramen de color café claro a marrón medio, de vez en cuando con un tono rojizo o rayas más oscuras de color marrón ambarino. La albura externa de la madera de parota es de color amarillo pálido. La madera de parota es, sin duda, conocida, además de por su tonalidad característica, por su llamativa veta.
Los usos de este árbol son muy variados, entre ellos destacan los aprovechamientos comestibles, de gomas, como curtiente o uso medicinal. Sin embargo, su uso más destacable es como madera. La madera de parota (amber wood) usada principalmente como madera aserrada, chapa, paneles, carretas, ruedas, carpintería y ebanistería, fabricación de canoas y embarcaciones ligeras por ser muy resistente al agua, muebles y acabados de interiores.
Vía: maderea
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