La reforma de este apartamento berlinés, realizada por Paola Bagna y John Paul Coss, sirvió para transformar un espacio donde antes vivían dos personas en uno donde ahora viven cuatro: una pareja y sus dos hijos. La flexibilidad y racionalidad de la nueva distribución, donde las estancias privadas pueden conectarse y desconectarse de las públicas, permiten que todos disfruten comódamente de su hogar, una vivienda que tiene sólo 54 m².
Originalmente, el ático contaba con dos ambientes más una cocina y un baño independientes. Tras la reforma, padres e hijos disponen de espacios de descanso, ubicados en los extremos opuestos del piso, mientras que las zonas de convivencia familiar se sitúan en el centro del apartamento. Todo ello sin comprometer la ventilación y la entrada de luz natural.
La geometría del techo original y las instalaciones sanitarias existentes han sido factores determinantes a la hora de diseñar la entrada, la cocina y el baño, donde la altura del techo cae desde casi 4 m hasta 25 cm en el perímetro exterior. Respondiendo al deseo de los propietarios, esta estancia cuenta ahora con bañera (antes ducha), lavadora-secadora y una ventana para la ventilación natural. “Arreglamos el baño cuidadosamente entorno a un punto central pivotante, explican los arquitectos, con una buena posición de pie debajo de la ventana. Al girar 360º, uno puede hacer uso de todas las instalaciones”.
Por otra parte, la cocina se dispuso longitudinalmente, aprovechando el antiguo pasillo, y va desde la entrada hasta el comedor. Esto crea una “espina dorsal de funciones familiares” a la que las zonas privadas de padres e hijos pueden conectarse y desconectarse.
Explica Paola Bagna que “sólo en la zona de la entrada-cocina-baño, donde la cubierta es inclinada, se eliminó el falso techo y se reinstaló, añadiendo nuevo aislamiento térmico. Esto permitió aumentar la altura en algunas zonas (como en la entrada-cocina, sobre todo), dejando vistas dos vigas de madera. Estas dos vigas se recubrieron con cartón yeso y se integraron sutiles luces LED en la parte inferior. Al mismo tiempo, se pudo abrir una claraboya que proporciona luz natural a esa zona”.
La estancia con mayor amplitud de la casa se repartió entre el dormitorio de los padres, que dispone de un buen tamaño y de una ventana orientada al norte, y el comedor. Éste conecta con la cocina y ocupa el corazón de la vivienda. Esta nueva habitación interna recibe luz matinal desde el nuevo techo, desde las ventanas abiertas en la parte superior de la pared del dormitorio y desde la habitación de los niños cuando la puerta está abierta. Para crear un ambiente acogedor por la noche, se instaló una chimenea tal como querían los clientes.
Con el fin de aprovechar toda la altura, el dormitorio de los niños se ha concebido como una sucesión de planos horizontales que van ascendiendo dentro de la misma habitación. La zona de juegos, que ocupa más de la mitad del espacio, está situada cerca del comedor y en su mismo nivel. Una pequeña escalera conduce a una plataforma, situada a 90 cm de altura, donde se encuentra la cama y espacio de almacenamiento en la parte inferior. Otra escalera conduce desde la plataforma a una segunda zona para dormir inspirada en un puente o casa árbol, que se extiende de pared a pared sobre el espacio de juegos.
Para más información visiten: Paola Bagna, John Paul Coss
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