

El empresario neoyorquino comercia actualmente con obras de artistas contemporáneos de la talla de Jean-Michel Basquiat y Kaws.
La propiedad fue abandonada en 1993 tras la muerte de Escobar y devuelta a su dueño anterior. Nadie lo pisó en diez años y en 2003, fue re-descubierta y devuelta a su dueño original. Lio Malca descubrió la casa en 2012 y la compró. Desde entonces, se ha embarcado en la aventura de reparar la mansión y sus alrededores.
El resultado es Casa Malca, gestionado por Design Hotels, una enorme finca mexicana convertida en hotel que se inauguró en 2015. Con la curiosidad de que fue propiedad del narcotraficante mexicano y el añadido de que si se hospeda en él, estará rodeado de una selección de obras de arte contemporáneo espectacular.
El hotel abrió sus puertas con un total de nueve habitaciones. Pero desde entonces ha ido sumando espacios y creciendo sin parar. A día de hoy cuenta ya con 42 dormitorios, ya que se ha construido una hilera de edificios pequeños de dos pisos junto a la mansión principal.
Todo el hotel basado en el mismo estilo arquitectónico: puertas de cristal que dan a la playa, techos muy altos y una paleta de colores basada en tonos ocres que recuerdan a los orígenes mayas y el carácter tropical. Añadiendo colores más intensos como el violeta o el rojo, que encontramos en muebles o cortinas normalmente confeccionados con materiales como el terciopelo. La fusión ideal entre exótico, costero, lujoso y sofisticado.

Del capo al lujo

Y con unos exteriores de ensueño: 180 metros cuadrados de la arena blanca de una de las playas más mágicas del mundo.


La zona del Yucatán ha estado de moda los últimos años, igual que Pablo Escobar. Casa Malca las une y se convierte en una maravilla arquitectónica y de diseño exquisito en un paraje de ensueño de la mano de Design Hotels.
Para más información visiten: Design Hotels, Casa Malca
Vía: diarioDESIGN
No hay comentarios:
Publicar un comentario