Motel One ha abierto su segundo establecimiento en Amsterdam, para el que ha contado con la colaboración del prestigioso artista holandés Piet Hein Eek. Bautizado como One Amsterdam-Waterlooplein, el nuevo hotel se caracteriza por un estilo inspirado en el mercadillo de Waterlooplein, la histórica plaza que da nombre al hotel, el upcycling y los viejos maestros.
El proyecto hace una reinterpretación moderna y lujosa de la tradicional temática del mercadillo. Viejas ventanas, puertas, armarios, tablones de madera y lámparas típicas de estos lugares, son aquí reinventadas en nuevas piezas. Una constante en los diseños de Piet Hein Eek. Entre las nuevas creaciones destaca la gran lámpara de araña del techo, fabricada a partir de lámparas del mercadillo. Además de la mesa de trabajo junto a ella, que con una rica combinación de materiales integra lámparas de mesa en su superficie.
Un homenaje a los viejos maestros holandeses
La sala que alberga las estancias comunes –One Lounge– se caracteriza por un interesante juego de luces y sombras. Una referencia a los viejos maestros holandeses. Sobre el mural que decora una de las paredes se han colocado marcos que resaltan detalles de las obras de artistas como Rembrandt y Vermeer. Algunas mesas han sido estampadas con obras de estos maestros. Acercando de forma relajada el arte local a los visitantes, e invitándolos a visitar los originales en la Casa Museo Rembrandt, muy cercana al hotel.
Los viejos maestros comparten espacio con modernos diseñadores locales, que pueden así darse a conocer. Los visitantes pueden sentarse en las sillas de Moooi o los taburetes diseñados por Pepe Heykoop, conocido por su trabajo con materiales reciclados. Junto a ellos conviven piezas de lujo, como el sofá Chesterfield, de Poltrona Frau, y sillas y sillones de Poliform. Una combinación ecléctica de épocas y estilos, que convierte el hotel en un destino muy especial.
Más íntimas y acogedoras, las habitaciones han sido decoradas con el lujoso mobiliario habitual de Motel One. La temática que caracteriza todo el hotel se cuela en ellas a través de las famosas pinturas de Rembrandt. Detalles de las obras han sido enmarcadas, en una suerte de rompecabezas que homenajea la cercana Casa Museo Rembrandt. Completa la decoración un sillón de cuero de Freifrau, una lámpara de pie Artemide y una mesa B&B Italia. En el baño, un mini spa con ducha de lluvia y gel ecológico invita a la relajación.
Para más información visiten: Motel One Amsterdam-Waterlooplein
Vía: diarioDESIGN
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