El Tamasa Apartment & Hotel se encuentra en los suburbios de la capital de Camboya Nom Pen, entre el aeropuerto internacional de Phnom Penh y el centro de la ciudad, en una zona frecuentada principalmente por turistas extranjeros y personas que viajan por negocios. Su moderno concepto se aleja de los tradicionales apartahoteles donde los espacios comunes y los privados están completamente separados ya que su propietario, previendo que clientes de diferentes nacionalidades se alojarían en el establecimiento, pidió que los apartamentos estuvieron lo más abiertos posibles a las zonas públicas “con el fin de crear un ambiente que fomentara las interacciones espontáneas durante el día a día”.
El autor del proyecto es el estudio fundado por el arquitecto japonés Kawabe Naoya, que diseñó un edificio con una fuerte imagen y una estructura de hormigón armado que contrasta intencionadamente con la escala de los espacios interiores, creando “la sensación de que uno se pierde en las calles secundarias incluso mientras se encuentra dentro del edificio”, explican desde el despacho de arquitectura. Una situación que ayuda a conectar de forma activa las zonas privadas y las zonas públicas. Estos generosos espacios comunes están protegidos de la luz solar directa por una estructura de hormigón que deja pasar la brisa, proporcionando “un cómodo espacio para escapar del cálido y húmedo clima del sudeste asiático”.
Cada una de las habitaciones privadas, que ofrecen diferentes diseños y distribuciones bajo una estética común, están conectadas a las áreas comunes mediante amplios ventanales y puertas que abren el espacio y “conectan” a los clientes que, de otra manera, “tenderían a desconectarse”. En todos estos espacios el hormigón se ha dejado visto y ofrece su vertiente más decorativa y funcional, a la que se le ha restado frialdad combinándola con elementos en madera como los revestimientos de algunas paredes, los marcos de las ventanas, puertas, encimeras de cocinas y piezas de mobiliario.
Por otra parte y para fomentar el uso entre personas que no son residentes habituales, el edificio permite el uso simultáneo de un hotel e incluye un restaurante con un café al aire libre en el primer piso y una piscina en la última planta. La colaboración con el club deportivo adyacente también ayuda a atraer clientes y a mejorar la contribución del proyecto al empleo local y al desarrollo económico.
Para más información visiten: Kawabe Naoya
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