¿Quién dice que un apartamento de soltero no puede tratarse con el mismo cuidado que una casa familiar? El joven estudio de arquitectura RUST, afincado en Tel-Aviv, emprende con energía y destreza cada nuevo proyecto, convirtiendo los espacios creados en una muestra viva de experiencia y buen gusto. Con esta vivienda para uno nos enseñan cómo plantear un espacio cómodo, luminoso y funcional… y llenarlo de vida.
Luz y amplitud
Se trata de un apartamento donde la luz y el color juegan un papel especial. La intervención plantea un soporte neutro de paredes y techos blancos y demuestra un firme compromiso con la calidad del espacio eligiendo un madera noble para el suelo. La madera aporta una base de seriedad y calidez al interior, desde la que continuar con un diseño fresco y juvenil. El espacio se articula en dos zonas, de día y de noche, comprendiendo la zona de día un salón, comedor, cocina y estudio, en un esquema abierto tipo loft. El mobiliario define las estancias, sin particiones ni elementos que impongan una distribución definitiva, apostando por la flexibilidad y versatilidad del interior. La luz proveniente de la fachada principal baña todo el espacio por medio de un amplio ventanal, antigua terraza incorporada al interior.
Sin tabiques, sin barreras
El espacio principal apuesta por estancias en continuidad y circulación fluida. La cocina define su contorno por medio de un cambio en el pavimento, pasando de la madera a la baldosa hidráulica. En las paredes se aplica un alicatado blanco que ayuda a encender la estancia, que completa la composición con mobiliario en color verde azulado, y encimera de madera. El diseño se trata con una estructura ligera que sirve de soporte para sartenes, cacerolas y plantas de interior, creando una atmósfera natural, juvenil y desenfadada.
Programa expansivo
El interior acomoda fácilmente una zona de trabajo y estudio en la parte posterior de la vivienda. La búsqueda de un espacio diáfano desvela la estructura del edificio, un pilar de hormigón que sin comprometer la holgura y libertad del interior, organiza la circulación. La zona de estudio aporta solidez al espacio de entrada de la vivienda, e incide en la importancia de la doble función y máximo aprovechamiento del espacio disponible. El programa llega de esta forma a cada esquina de la vivienda.
Claridad y transparencias
El dormitorio se envuelve en un recinto definido por un tabique a media altura, completado por un cerramiento de vidrio armado sobre ligeras carpinterías metálicas. La transparencia de la estancia permite la entrada de luz a la parte posterior de la vivienda, consiguiendo una claridad homogénea en todo el interior. La estancia se tiñe de blanco, envuelta una atmósfera pura y tranquila. El armario se incorpora en una banda lateral de la estancia, haciendo las veces de tabique de separación con el salón. Una vez más se aplica la norma de la doble función, persiguiendo el máximo aprovechamiento del espacio.
Fresco y colorido
El baño es un espacio fresco y vivo. La sorprendente paleta de colores combina el flúor con notas clásicas. El suelo de baldosa en blanco y negro cubre toda la superficie y se eleva para dar paso a la ducha, a través de una invisible mampara de vidrio. El alicatado blanco alcanza hasta media altura, donde queda interrumpido por un espejo de lado a lado, que amplía perceptivamente la estancia y refuerza su claridad.
Sin duda se trata de un espacio con fuerza, elegante y alegre.
Para más información visiten: Rust
Vía: habitissimo
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