Una vez más, traemos un ejemplo del buen hacer de la arquitectura asiática resolviendo problemas domésticos de nuestro día a día, esta vez uno de los más presentes, el desorden. Les presentamos un espacio flexible, sin pretensión alguna, en el que cada espacio ha sido pensado meticulosamente para obtener un apartamento aprovechado, organizado, libre de obstáculos en el que la sensación de amplitud y calma visual son las principales protagonistas.
Clave 1: mueble a medida
Desde el primer momento en el que este típico apartamento chino llegó a las manos del estudio de arquitectos JAAK vieron que tanta compartimentación no funcionaba, por lo que procedieron al derribo de toda partición interior que restaba de iluminación y fluidez. El resultado fue un escenario de 33m², vacío, sobre el que empezar a trabajar. Huyendo de las barreras y de la segmentación, los arquitectos decidieron resolver la distribución en base a un gran mueble central de madera de roble blanco, que organiza la estancia y a su vez alberga múltiples actividades; leer, estudiar, almacenar… y haciendo del cuarto de baño la única pieza de la vivienda que dispone de puerta.
Clave 2: las ventanas son para sentarse
Viniendo de una casa cerrada y oscura, los nuevos propietarios, ansiaban un lugar en el que se sintieran libres y en el que poder respirar luz y aire. Aprovechando la ubicación casualmente simétrica de las dos ventanas ubicadas en la fachada principal, con vistas al exterior, se colocó el mueble divisorio perpendicular a ellas, sin llegar a tocar pared, creando un pasillo que ayuda a la total dispersión de la luz, y repartiéndola a cada rincón de la casa, ahora, despejada.
Colocaron colchonetas en el antiguo alfeizar de las ventanas, aprovechando el generoso espesor del muro como banco, una solución que ayuda a compactar el espacio y a desprenderse de elementos de mobiliario.
Clave 3: los materiales también organizan
Para acabar de difuminar la sensación de límites y borrar las barreras, los arquitectos utilizaron ingeniosamente los materiales. Se dibuja un telón de colores neutros formado por una envolvente de hormigón y pavimento de gres, el espacio se convierte en uno, con la voluntad de unir mil experiencias. El mueble de madera de roble blanco flota sutilmente, organizando y optimizando el espacio. Un manifiesto de coherencia y uniformidad.
Pero realmente la gran destreza de los arquitectos está en sectorizar las funciones dentro de este fondo neutro a través de sutiles cambios de materiales: policarbonato para almacenar, mármol para cocinar, una madera lacada para trabajar..
Clave 4: aprovechar la altura
Un ocurrente sistema de almacenaje llama la atención de nuestros ojos, aprovechando la altura de las paredes que rodean el baño, en un lugar que no accedemos tan habitualmente, se ha construido una cuadricula de madera que forman unos cubículos, en los que se introducen unas cajas blancas translúcidas de policarbonato para guardar los objetos que menos se utilizan.
Clave 5: cocina en 2 piezas
La cocina, parece moldeada al gusto, y se adapta al trazado que dibuja el perímetro. Aparecen dos zonas diferenciadas; una destinada a las labores de cocinar: preparación, cocción, lavado… y otra pensada para el almacenaje y el retoque final de los platos elaborados sobre una encimera de mármol. El nexo de unión de ambas zonas, es la madera de roble blanco, usada en el mobiliario para suavizar el conjunto y un sistema de electrodomésticos panelados, que consiguen una ligereza visual, para liberar la mente de cualquier barrera.
Clave 6: mismo material para suelo y paredes
El baño se sitúa dentro de un espacio de madera y contiguo a la cocina, aportando una leve intimidad. El uso del gres porcelánico para suelo y paredes, aporta una atmósfera muy sofisticada, que se acaba de rematar gracias al mobiliario, sencillo y de líneas muy neutras.
Clave 7: almacenar bajo el colchón
Como ya hacían nuestras abuelas, guardar bajo el colchón es una manera fantástica de guardar mantas y ropa de cama sin condicionar los armarios. Así, este apartamento esconde un canapé sobre el que descansa la cama con espacio suficiente para almacenar sábanas y ropa de temporada, una opción cargada de ingenio y funcionalidad.
Un conjunto de ideas ocurrentes e inteligentes y la cuidada elección de materiales, nos muestran un apartamento que comparte los mismos intereses por el diseño y el buen gusto que por la funcionalidad, esta vez, función y forma van de la mano.
Para más información visiten: JAAK
Vía: habitissimo
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