Un viejo hospital en el Village neoyorquino ha sido sometido a una reconversión, de la que este apartamento es una excelente muestra. La reforma ha sido acometida por el estudio de arquitectura Shadow.
El proyecto se centra en resaltar la arquitectura original y no tiene miedo a utilizar materiales que se han ido descartando en la construcción por otros más ligeros o de mantenimiento más delicado: hierro y madera.
Después de entrar en el apartamento a través de un gran vestíbulo, se pasa a través de dos grandes portales que enmarcan el pasillo que conduce al dormitorio y, a continuación, el salón principal.
La cocina y el comedor comparten un amplio espacio que se separa de la sala grande con otro pórtico de hierro. Esta sala estudio también se utiliza como dormitorio de invitados.
El equipo la reforma y la propiedad debatió sobre materiales y colores. Para los suelos se eligió una madera oscura con grandes tablas, con las paredes blancas, así como los armarios. Los muebles son poco y muy bien elegidos, como la mesa de comedor -que fue un encargo especial realizado con madera recuperada- y la lámpara Aim de los hermanos Bouroullec producida por Flos
Una gran sala, con ventanas en tres lados que se inunda de luz y la trasmite a través de las grandes celosías de hierro y vidrio. Para una mayor intimidad, la celosía, en la parte del estudio, incorpora unas cortinas. En todo momento se ha tratado de evitar la intrusión de los dispositivos para mantener un efecto de limpieza, de sencillez.
Para más información visiten: Shadow Architects
Vía: Decoramus
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