Las piezas antiguas están muy valoradas en el interiorismo actual. Un inversión decorativa de lo más exclusiva que debemos meditar con especial cuidado.
¿Sabría escoger una alfombra vintage? Se trata de una importante inversión que sumará estilo a la decoración. Por ello, antes de realizar la compra hay una serie de aspectos que debemos tener muy en cuenta. Tome nota de todo lo que debe saber antes de comprar una alfombra antigua.
¿Es una pieza artesanal?
La primera pregunta que debemos plantearnos es si la pieza es artesanal u originaria de algún país. Por ejemplo, en el caso de las alfombras kilim, debemos tener en cuenta si la pieza procede de países de donde son originarias, como Pakistán, India, Afganistán…
Consulte la etiqueta porque estas piezas tienen certificado de autenticidad que confirman su valor en el mercado. Y es que, además del país de procedencia, también debemos asegurarnos de que la alfombra es artesanal, anudada a mano, siguiendo las técnicas tradicionales.
Tenga en cuenta que el precio de una alfombra artesanal no tendrá el mismo valor que una pieza que está fabricada por máquinas. Las piezas artesanales son únicas y no encontrará dos iguales, a diferencia de lo que sucede con las alfombras que se producen en serie.
Imperfección es belleza
Otros detalles que revelan que nos encontramos antes una pieza antigua y artesanal es la belleza de las imperfecciones. Las alfombras antiguas tienen pequeños desgastes que demuestran que se trata de una pieza con mucha historia.
A menudo, estas piezas se someten a procesos de restauración con el fin de recuperar la belleza de la pieza. Por ello, estos accesorios cuentan con certificados de autenticidad que así lo explican. Además, hay que tener en cuenta al adquirir una alfombra antigua que la garantía no cubre el desgaste que el tiempo ha producido en esa pieza. De hecho, esa imperfección suele ser el encanto de estos complementos.
La calidad de los materiales
La calidad de los materiales es otro aspecto fundamental que no debemos pasar por alto al adquirir nuestra alfombra. Las fibras naturales suelen ser más caras que las sintéticas.
Además, si la alfombra es originaria de algún país con mucha tradición en este arte, los materiales utilizados para su fabricación también serán los tradicionales de ese país. Así que fíjese bien en la etiqueta para asegurarse de que son fibras naturales de la más alta calidad.
Algunos materiales tienen un precio mucho más alto que otros, como es el caso por ejemplo de la lana de alpaca originaria de Perú. Evidentemente, la calidad de los tejidos no solo afecta a la suavidad y a la estética de la alfombra. Además, hace que las piezas sean más cálidas y, por lo tanto, una opción mucho más saludable que las fibras sintéticas.
Certificado de autenticidad
Por último, tampoco olvide echar un buen vistazo a la pieza antigua que quiere adquirir antes de comprarla. Inspecciónela bien, prestando atención a cada pequeño detalle. En este sentido, también le recomendamos que visite comercios de confianza y tiendas especializadas.
Si tiene dudas, nuestro consejo es que no adquiera alfombras antiguas en cualquier comercio. Tenga en cuenta que se fabrican muchas réplicas de antigüedades o imitaciones y descubrir la diferencia entre ambas no siempre resulta fácil.
Por ello, debemos apostar a lo seguro, visitando comercios especializados y solicitando además el correspondiente certificado de autenticidad. Desconfíe si no pueden entregárselo o ponen pegas.
¿Y cómo saber dónde comprar este tipo de alfombras? Consulte con comerciantes que pertenezcan a alguna asociación o gremio del sector, porque para poder estar inscritos deben cumplir una serie de normas. Así, vamos a la seguro.
Imperfección es belleza
Otros detalles que revelan que nos encontramos antes una pieza antigua y artesanal es la belleza de las imperfecciones. Las alfombras antiguas tienen pequeños desgastes que demuestran que se trata de una pieza con mucha historia.
A menudo, estas piezas se someten a procesos de restauración con el fin de recuperar la belleza de la pieza. Por ello, estos accesorios cuentan con certificados de autenticidad que así lo explican. Además, hay que tener en cuenta al adquirir una alfombra antigua que la garantía no cubre el desgaste que el tiempo ha producido en esa pieza. De hecho, esa imperfección suele ser el encanto de estos complementos.
La calidad de los materiales
La calidad de los materiales es otro aspecto fundamental que no debemos pasar por alto al adquirir nuestra alfombra. Las fibras naturales suelen ser más caras que las sintéticas.
Además, si la alfombra es originaria de algún país con mucha tradición en este arte, los materiales utilizados para su fabricación también serán los tradicionales de ese país. Así que fíjese bien en la etiqueta para asegurarse de que son fibras naturales de la más alta calidad.
Algunos materiales tienen un precio mucho más alto que otros, como es el caso por ejemplo de la lana de alpaca originaria de Perú. Evidentemente, la calidad de los tejidos no solo afecta a la suavidad y a la estética de la alfombra. Además, hace que las piezas sean más cálidas y, por lo tanto, una opción mucho más saludable que las fibras sintéticas.
Certificado de autenticidad
Por último, tampoco olvide echar un buen vistazo a la pieza antigua que quiere adquirir antes de comprarla. Inspecciónela bien, prestando atención a cada pequeño detalle. En este sentido, también le recomendamos que visite comercios de confianza y tiendas especializadas.
Si tiene dudas, nuestro consejo es que no adquiera alfombras antiguas en cualquier comercio. Tenga en cuenta que se fabrican muchas réplicas de antigüedades o imitaciones y descubrir la diferencia entre ambas no siempre resulta fácil.
Por ello, debemos apostar a lo seguro, visitando comercios especializados y solicitando además el correspondiente certificado de autenticidad. Desconfíe si no pueden entregárselo o ponen pegas.
¿Y cómo saber dónde comprar este tipo de alfombras? Consulte con comerciantes que pertenezcan a alguna asociación o gremio del sector, porque para poder estar inscritos deben cumplir una serie de normas. Así, vamos a la seguro.
Vía: Decorablog
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