En este caso, para ver otras alternativas, les mostramos escaparates repletos de color, algunos con escenografías de fantasía, otros que captan la atención de los más pequeños de la casa, otros donde descontextualizando un objeto crean motivos típicos navideños, y como no, los más tradicionales para los amantes de la Navidad de toda la vida.
Si es de los que quieren ser originales en estas fiestas, le recomendamos inventar sus propios adornos. De hecho, el diseño de escaparates requiere de innovación y novedad para distinguirnos de los demás comercios. Por ejemplo puede crear un árbol de Navidad con zapatos (algunos les han quitado el tacón y pintado en dos colores con un resultado espectacular). Otros, aprovechando que venden de corbatas, lo visten de arriba a abajo con ellas. Y si es mañoso, también puede coger las bolas de navidad y juntarlas en forma de cono para tener un bonito árbol colorido. Y si quiere darle un toque de tradición, acompáñelo con cajas de regalos.
Otra opción muy sugerente, es crear un mundo de fantasía, jugando con la tonalidad de las luces, utilizando maquetas y múltiples objetos para recrear una escenografía y colocando maniquíes con posturas que ayuden a comprender la historia (por ejemplo encima de una nube sobrevolando un Londres).
Pero si lo que busca es algo más sencillo, siempre nos quedará el dicho “menos es mas“. Con pocos recursos sabemos que se pueden hacer cosas igual de atractivas, así que siempre podremos hacernos con una cuantas luces de Navidad y envolver los maniquíes con ellas, podemos también pegar unos vinilos de copos de nieve en el cristal del escaparate o utilizar globos dorados (que siempre son más festivos).
Y por último, no nos olvidamos de los más pequeños, los que más disfrutan de estas fiestas. Para ellos la decoración de Navidad de los escaparates se llena de colores, de juguetes y si se tercia, hasta de la presencia de Mickey Mouse.
Vía: Decofilia
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