

Situado dentro de una plaza comercial en el Barrio de San Ángel, el espacio consta de dos niveles, el primero un interior angosto que conecta por una escalera a la segunda planta con terraza rodeada de vegetación.
La sensación al entrar al espacio está condicionada por un juego meticuloso de cambios de altura en el plafón de mármol que nos da un sentido de compresión y continuidad semejante a acceder a una cueva.

La planta alta techada esta rodeada de vegetación, la sensación es completamente abierta y extrovertida y permite observar las copas de los árboles de las casas vecinas características del barrio, sin embargo, la memoria de la experiencia previa se refleja a través del los cambios de nivel en piso construidos con la misma materialidad del espacio anterior.

Vía: Plataforma Arquitectura
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