jueves, 17 de marzo de 2016

The Fat Pig. ¿Comer cerdo, o ir a un restaurante sofisticado?



¿Podemos asociar los calificativos de elegante y sofisticado a un restaurante llamado The Fat Pig? Pues parece ser que sí. La prueba está en Hong Kong, en el nuevo local del afamado chef Tom Aikens. Un espacio para cenar casual y contemporáneo que parte de una planta abierta de más de seis mil metros cuadrados y el uso de materiales nobles como madera de roble, mármol, latón y vidrio soplado.



El estudio de arquitectura y diseño londinense Michaelis Boyd Associates ha llevado a cabo un atrevido ejercicio en el que mezclan dos ambientes en principio antagónicos: el industrial y el de un típico brasserie. Y lo mejor es que funciona.


La barra de piedra de lava esmaltada, el techo brillante de color esmeralda y los azules oscuros usados para la carpintería y los paneles destilan calidez juntos. Lo mismo que los azulejos y las luces de neón.

Por cierto, los neones son un homenaje a las icónicas luces callejeras de Hong Kong, hoy cada vez más demodé. Aprovecharon aquí para añadir que el hecho de que azulejos usen la misma paleta magnifica el impacto de la luces.
Dividido en tres escenarios: una cervecería, un bar y un comedor, el local también se inspira en el elemento de sociabilidad de la cultura local a la hora de cenar.

El estudio londinense, fundado por Alex Michaelis y Tim Boyd, ha tratado cada uno de los escenarios de manera diferente. Esto lo vemos con la chocante a la vez que acogedora entrada de la cervecería y la formalidad del comedor.

La cervecería se distingue por sus suelos y mobiliario hechos de madera de roble. Y por supuesto por el rótulo de luces de neón, que sirve como gancho visual y antesala del comedor posterior. Es la parte más urbana.

El bar, por su parte, ha optado por materiales más bruscos para la barra como el hormigón, suavizado por el efecto de la piedra de lava esmaltada para la encimera. Ahora bien, a través de una sutil colocación de espejos y selección luces, así como los taburetes de cuero en tonos rojos y verdes oscuros, empieza la transición hacia el ambiente de los tradicionales café-restaurantes de ambiente relajado.

Por último, el comedor ha sido diseñado para que los comensales disfruten de todos los escenarios, con la cocina abierta como punto focal. Aquí el ambiente es más sofisticado, dramático incluso, con una serie de asientos que toman formas curvas, creando dibujos aéreos y permitiendo diferentes experiencias a la hora de comer en función de si se trata de un grupo de estilo familiar o un encuentro más privado.

Como detalle, destacar la vitrina negra que recorre la pared posterior. Inspirada en los tradicionales armarios de los boticarios chinos, sirve para almacenaje y zona de trabajo del equipo.

También en la iluminación hay un toque asiático, pues ha sido una colaboración entre el estudio londinense y suministradores locales. Juntos han creado una serie de singulares luminarias. Destacan las conchas de vidrio soplado con tuberías de cobre.

Puesto que The Fat Pig está situado en la planta once del complejo Times Square, el restaurante cuenta una magnífica terraza con vistas al corazón de Causeway Bay.

The Fat Pig es el primer proyecto de Michaelis Boyd en Hong Kong pero el estudio ha trabajado con anterioridad en los restaurantes que Aikens posee en Londres, Dubai y Estambul.

Para más información visiten: The Fat PigMichaelis Boyd
Vía: diarioDESIGN












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