viernes, 5 de febrero de 2016

Una casa de tres alturas sana y sostenible, en Sudáfrica

La vida nos ofrece muchas cosas de las que estar enamorados: una persona, un lugar, una obra de arte, incluso de unas vistas. Cuando la pareja británica de recién casados Mark y Sandra Stephenson llegaron por primera vez a la costa de Garden Route, entre Ciudad de Cabo y Plettenberg Bay, hace algo más de 23 años, cayeron rendidos a la playa de Noetzie y las impresionantes vistas al Oceano Índico. Tras frecuentes viajes a Sudáfrica, el matrimonio empezó a plantearse comprar allí una casa y, finalmente, adquirieron una maravillosa parcela en primera línea de la playa de Noetzie que tanto les enamoró. Un sitio alucinante que merecía una casa igual de espectacular.

El arquitecto Rick Brown, quien, además de haber diseñado ya otras casas en la misma finca, colaboró con Vivid Architects en la contrucción del Pezula Resort Hotel & Spa, se encargó de la contrucción de esta vivienda. Él y su equipo, Lisa Durell, Sian Fischer y Kim Benatar, pusieron todo su entusiasmo en este proyecto, y a la vista está que el resultado es impresionante: 1.320 metros cuadrados distribuidos en tres niveles.
Se eligieron materiales que garantizaran una construcción sana y sostenible, que respetara el entorno y se integrara en el paisaje costero: tejados de cinc, revestimientos de cobre, piedra y madera. La cocina es la única estancia de la casa que no es 100% sudafricana, es decir, muebles, electrodomésticos y demás elementos proceden de Reino Unido.
Grandes superficies acristaladas, además de inundar de luz natural salón, cocina y dormitorios, integran las espectaculares vistas al Oceano Índico a la decoración, tarea de la cual se ocuparon las interioristas Magda Viotti y Tania Reddering.
Las decoradoras quisieron aprovechar todas las sensaciones y emociones positivas que nos brinda tanto la gama de colores del mar y el cielo como la madera, sea cual sea su variedad y acabado. Asociados a la naturaleza, los tonos azules transmiten serenidad y nos llenan de tranquilidad y paz interior.
La casa tiene dos piscinas con vistas al mar, a la paradisíaca playa de Noetzie, una de las mejores de Sudáfrica. Alojada a lo largo de la impresionante línea de costa entre Knysna y la bahía de Plettenberg, la playa de Noetzie es una pequeña cala muy aislada, tranquila y sin explotar que bordea la reserva natural de Sinclair. ¿Quién no se enamoraría de un sitio así? ¿Y de la casa? Fuera cual fuera su ubicación, es una casa de ensueño. Fotos: Greg Cox.

Para más información visiten: Rick Brown
Vía: Decoratrix






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