Buscando inspiración decorativa en el primer lunes de 2016 viajamos a Moraira en Alicante, a esta casa de 925 metros cuadrados de superficie distribuidos en tres plantas dentro de una parcela de más de dos mil. Se trata de una preciosa Villa de lujo, que por cierto está en venta, diseñada por el Estudio de Interiorismo Laura Yerpes.
La casa cuenta en su planta inferior con su zona de día y en la superior con la de noche, ambas pavimentadas por completo con soberbias piezas de mármol blanco pulido que hacen reflejar la brillante luz del entorno. El blanco seda, el negro y el acero han sido las tonalidades seleccionadas para componer la paleta cromática de la vivienda, pero vayamos estancia por estancia...
Empezamos por el hall de la casa, en cuanto accedemos a él nos encontramos con la escalera que es protagonista indiscutible. Cuenta con una barandilla compuesta de formas geométricas en forja negra y madera de iroko. La escalera se acompaña por tres grandes ventanales de carpintería metálica negra en los que se enmarcan las excelentes vistas al exterior que, lógicamente, también ayudan a que el conjunto sea encantador. 
La zona del salón juega con la simetría a través de 2 sofás enfrentados de color arena. Los cojines con estampados geométricos y los textiles en general ayudan a dar un toque distinguido a la estancia. Esta simetría se combina a la perfección con las formas más irregulares y naturales de las tres mesas auxiliares colocadas en el centro con formas orgánicas que simulan antiguos troncos tallados al corte. 
Seguimos con el comedor en el que se puede comprobar que las líneas rectas y los acabados en madera siguen siendo predominantes. El rincón de este espacio se remata con dos grandes baldas de madera de iroko de diez centímetros de grosor con patas metálicas en forma de U invertida. La mesa central es ideal para acoger a doce comensales en sus más de dos metros y medio de longitud de madera maciza de bubinga.
Seguimos con el comedor en el que se puede comprobar que las líneas rectas y los acabados en madera siguen siendo predominantes. El rincón de este espacio se remata con dos grandes baldas de madera de iroko de diez centímetros de grosor con patas metálicas en forma de U invertida. La mesa central es ideal para acoger a doce comensales en sus más de dos metros y medio de longitud de madera maciza de bubinga.
El negro, el blanco seda y el metal son los colores esenciales en la cocina. La nevera americana side-by-side, la cafetera, el micro, el horno y en general todos los electrodomésticos han sido seleccionados en acero y combinados con el resto de elementos de esta gran cocina office. El centro del espacio está ocupado por una gran isla rematada con una encimera de granito negro pulido y coronada por una campana decorativa de hierro pintado. 
Y pasando de los espacios comunes a la zona más privada de la casa, encontramos algunos de los dormitorios que continúan potenciando el estilo sobrio y elegante de la villa. Los papeles con texturas suaves y brillos sutiles en los que las formas geométricas vuelven a ser la dominante están entre los elementos destacados. Para los tejidos se vuelve a optar por tonos arenas y cremas con los que se refuerza la luminosidad de las estancias.
Incluso en el baño, también de lujo, la geometría predominante en toda la villa se combina con formas orgánicas y pequeñas piezas de luz ambiental con las que se crea un espacio más íntimo y acogedor.
Para más información visiten: Laura Yerpes
Vía: Decoesfera
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