Pilares de madera, vigas vistas en el techo, paredes de ladrillo visto, ventanas de tejado… Una arquitectura típica de las casas de campo y una decoración urbana:una mezcla gracias a la cual se consiguió un ático rústico con carácter. Esta vivienda polaca se distribuye en dos alturas: en la baja se ubicaron las zonas comunes, en un espacio abierto, diáfano, con zona de estar, comedor y cocina. El color blanco y un suelo de madera clara unifican visualmente los ambientes.
Gracias a la distribución diáfana, el ático parece mucho más amplio. El proyecto de rehabilitación lo realizó el estudio de Superpozycja Architekci. El ático tenía una planta en forma de L y la prioridad era conseguir una distribución diáfana que diera sensación de amplitud y permitiera que la luz natural fluyera por toda la vivienda. Para ello, se derribaron los tabiques que no afectaban a la estructura del edificio y se recuperaron elementos constructivos originales.
Los pilares de madera y las vigas vistas en el techo se convirtieron en piezas clave de la vivienda. Su calidez y su belleza añaden personalidad y encanto al ático. Otro tema decisivo para potenciar la sensación de continuidad fue utilizar el mismo pavimento en toda la casa. El suelo original se sustituyó por tarima.
La iluminación fue otro aspecto esencial. Para lograr que la luz natural fluyera por todos los rincones, además de suprimir tabiques se instalaron ventanas de tejado.Además de aportar claridad, la luz siempre da vida a una habitación. Por eso, las ventanas de tejado son un elemento indispensable cuando se trata de hacer más luminoso y acogedor un espacio abuhardillado. Además, permiten ventilar la estancia. Sobre este telón de fondo, los propietarios idearon una decoración urbana,con muebles de diseño actual y el color blanco como protagonista absoluto.
Salón, comedor y cocina comparten el mismo espacio. A través del color blanco de la decoración, presente no sólo en las paredes sino también en buena parte del mobiliario, se logró crear sensación de continuidad visual y, por tanto, amplitud. Una isla que acoge el fregadero y se prolonga en una zona de comedor marca la separación entre los ambientes.
La primera planta del ático se reservó para ubicar el dormitorio principal con su cuarto de baño. En ambos, si bien el color blanco deja de ser protagonista, se apostó por la misma estética moderna y actual que en el resto de la casa. En el dormitorio,grises y azules sobre un fondo blanco son los colores de la decoración.
El cuarto de baño, espectacular, cuenta con zona de ducha y bañera. Con la combinación de diferentes materiales se logró un aire contemporáneo: ladrillo visto pintado en negro, porcelánicos que imitan piedras naturales, madera rústica y pintura blanca. Para no interrumpir la entrada de luz natural, en este baño se optó por ubicar la bañera justo debajo de la ventana y la ducha detrás de una hoja de cristal transparente.
Para más información visiten: Superpozycja Architekci
Vía: decoratrix
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