A las afueras de Moscú, en el distrito de Pushkin, Alexey Ilyin ha construido una casa privada para él y su familia. La casa esta fabricada por completa en madera, y la autosuficiencia natural de este material se convirtió en uno de los elementos claves del diseño.
La casa principal tiene dos plantas, pero desde la mayoría de las perspectivas esto no se puede ver. Esto se debe al hecho de que casi la totalidad de las áreas del nivel superior son iluminadas por claraboyas, mientras que la pendiente de la cubierta a dos aguas es mínima. Bajo el alero de la fachada principal, las superficies de madera son completamente blancas y llamativas visualmente al ingresar al sitio, y más aún desde la calle, creando una sensación de un volumen totalmente introvertido. Esta imgen también se magnifica por medio de las persianas que para todas las ventanas fueron fabricadas con la misma madera que la utilizada en las fachada, además fueron pintadas del mismo color gris claro. Las persianas cierran perfectamente todas las aberturas. Si no fuera por las terrazas en sus dos extremos y el profundo nicho cuadrado en la entrada principal (la puerta de cristal también tiene persianas), con su forma cerrada la casa parece ser un paralelepípedo perfecto.
El diseño interior de la casa está construido a lo largo de la intersección de dos ejes: longitudinalmente se encuentra la sala de estar y un estudio, cada uno enfrenta a su propia terraza, y transversalmente está el hall de entrada y la escalera situada en frente de el. Justo enfrente de la puerta principal, el arquitecto puso una pequeña ventana que da al jardín: incluso desde la calle esta efectiva apertura es claramente visible.
La temática de un diseño monocromático en las fachadas y aperturas se desarrolló de igual manera, meticulosamente, por Alexey Ilyin en todos los interiores de su casa. No hay muebles aislados, sólo construidos a la medida, sirviendo como una continuación visual de las paredes. Esta técnica permitió que incluso las habitaciones con modesto tamaño parecieran más amplias y que se destaquen de mejor manera las dimensiones de la sala de estar y estudio. El mismo arquitecto admite que la parte más difícil en la aplicación práctica de este diseño fue el manejo de la unificación de muros, piso y techo sin la aplicación de las tradicionales escuadras de fijación que son escenciales para molduras, tablones y cornisas en cualquier interior de madera. En esta casa, todas estas uniones se han cuidado con el uso de barras inclinadas que fueron especialmente preparadas. En cuanto a la gama de colores del interior, el acabado en todas las habitaciones es el mismo gris (sólo unos tonos más claros que el utilizado para las fachadas), trabajado como un telón de fondo perfecto para los extraños acentos de colores, como el sofá de color naranja o el amarillo del jarrón.
La temática de un diseño monocromático en las fachadas y aperturas se desarrolló de igual manera, meticulosamente, por Alexey Ilyin en todos los interiores de su casa. No hay muebles aislados, sólo construidos a la medida, sirviendo como una continuación visual de las paredes. Esta técnica permitió que incluso las habitaciones con modesto tamaño parecieran más amplias y que se destaquen de mejor manera las dimensiones de la sala de estar y estudio. El mismo arquitecto admite que la parte más difícil en la aplicación práctica de este diseño fue el manejo de la unificación de muros, piso y techo sin la aplicación de las tradicionales escuadras de fijación que son escenciales para molduras, tablones y cornisas en cualquier interior de madera. En esta casa, todas estas uniones se han cuidado con el uso de barras inclinadas que fueron especialmente preparadas. En cuanto a la gama de colores del interior, el acabado en todas las habitaciones es el mismo gris (sólo unos tonos más claros que el utilizado para las fachadas), trabajado como un telón de fondo perfecto para los extraños acentos de colores, como el sofá de color naranja o el amarillo del jarrón.
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