El termolacado es una operación de tratamiento de superficies que consiste en aplicar una pintura en polvo sobre una pieza metálica galvanizada, o que no haya sido sometida a una preparación previa, que posteriormente se cuece en un horno.
La calidad del termolacado depende en primer lugar de la calidad de la preparación de la superficie galvanizada antes del empolvamiento, y, en segundo lugar, de las características técnicas del polvo. La utilización de una pintura en polvo de poliéster de calidad arquitectónica permite ofrecer las mejores características de fijación en atmósferas exteriores.
Vía: Galva Unión
La calidad del termolacado depende en primer lugar de la calidad de la preparación de la superficie galvanizada antes del empolvamiento, y, en segundo lugar, de las características técnicas del polvo. La utilización de una pintura en polvo de poliéster de calidad arquitectónica permite ofrecer las mejores características de fijación en atmósferas exteriores.
Vía: Galva Unión
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