El reto de este proyecto consistió en conseguir un espacio con carácter con un presupuesto limitado. El equipo de Sandra Tarruella Interioristas partió de simplificar la arquitectura existente a partir del color y la iluminación, y gracias a la combinación de elementos sencillos y materiales nobles, logró crear unrestaurante actual, desenfadado y cálido, acorde a la filosofía del restaurante y de su localización.
En la zona del comedor, pintura e iluminación juegan un papel fundamental: franjas en diferentes tonos de color verde decoran paredes, techo y pavimento. Incluso los cojines de terciopelo del banco son del mismo color que la franja para realzar este efecto. Se jugó con una iluminación más dramática en las franjas de color, una luz indirecta por detrás del banco y luz puntual en las mesas para crear un ambiente nocturno.
Los bancos de contrachapado de abedul y cojines de terciopelo situados en las paredes perimetrales permiten agrupar y desagrupar mesas según sea necesario. Las mesas son de nogal macizo, con pata de hierro central y pies regulables, excepto en el reservado, donde son de hierro y madera lacada, y están diseñadas para que funcionen tanto en grupo como individualmente. Las sillas debían tener un aspecto confortable y elegante; se eligió una silla de brazos de chapa de nogal y cuero negro de Ikea.
En las paredes se apoyan tanto las mesas altas como los soportes de velas. Estos dos elementos están trabajados con la misma estética y material, madera de nogal y hierro. Colocados a diferentes alturas, aportan dinamismo y dan un toque desenfadado al espacio. Esta pared resulta muy atractiva debido a su iluminación cálida y su juego de volúmenes.
Como nexo de unión y comunicación entre las diferentes salas del restaurante,Sandra Tarruella trabajó con un elemento cotidiano que encontramos en el sótano del local, los botelleros. Colocados en toda la dimensión de la pared, funcionan como celosía y ayudan a regularizar la pared existente, sin crear barreras visuales. Realizado en contrachapado de abedul, sirve como almacén de botellas de vino, además de soporte de mueble de camarero.
Para más información visiten: Sandra Tarruella Interioristas, Notting Hill Kitchen
Vía: decoratrix
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