La arquitecta Meritxell Cuartero y la interiorista Daniela Baeza, socias del estudio Dt6 Arquitectes, han sido las afortunadas en desarrollar un proyecto goloso: la rehabilitación y diseño de un antiguo edificio en el centro de Praga para convertirlo en un hotel de cuatro estrellas. Nos referimos al Hotel Unic Prague, un establecimiento en el que el estudio catalán ha querido acercar el lujo a los huéspedes a partir de la sencillez de los detalles.
El diseño es contemporáneo pero no renuncia al pasado del edificio. Al contrario. Su objetivo es mezclar el ayer y hoy para que el edificio goce del encanto arquitectónico del centro – está a un paseo de las principales atracciones culturales de la ciudad – y los clientes se sientan como en casa.
Pasado y presente están bien diferenciados. El hotel se articula a través de tres partes: el edificio original y dos construcciones nuevas, pero se funden a través de un mismo ambiente y una articulación en forma de U que, a su vez, crea un patio interior que sirve de terraza para los espacios comunes de la planta baja.
La rehabilitación del edificio original ha sido integral. Se ha reforzado la estructura existente y se han reproducido las molduras y otros elementos escultóricos. Ahora bien, se adapta a los nuevos usos. Las puertas, por ejemplo, o la escalera, en la que se ha reproducido la barandilla de forja donde han colocado el pasamanos a la altura normativa.
Los colores y el diseño de esta parte son diferentes a los del resto de bloques. Aún así se ha añadido un toque moderno como el cartel retroiluminado del exterior o la entrada de acceso, con una presentación e iluminación totalmente contemporánea.
Ya en el resto de bloques, la sencillez manda. Materiales simples, trabajados de manera simple. Piedra, madera, acero y latón han sido los elegidos por estas profesionales que, aparte de trabajar en España también tienen proyectos en otras partes de Europa como París y Budapest.
La recepción y el hall destacan por la selección de la madera y el gris como colores predominantes. También por las formas geométricas del mobiliario, en especial el juego de cubos a modo de paraban y las propias estanterías de pared. Así como las lámparas colgantes. Para los tejidos se han elegido materiales suaves como el terciopelo.
En el Café Emma Prague, el restaurante, se repiten los colores y las formas geométricas, pero aquí destacan en especial las vigas del techo y la elección de diferentes modelos de sillas para cada mesa, mezclando sillones y taburetes de diferentes estampados. La reinterpretación moderna de un tradicional bistrot francés, que es lo que pretende ser este restaurante de cocina gala al cargo del chef Michel Sarran.
Las habitaciones, noventa en total, también comparten materiales, atmósfera y funcionalidad pero en esta parte se ha optado por diferenciar unas de otras, lo cual se ha hecho a través de los colores. También hay un encuentro entre clásico y contemporáneo en los dos apartamentos situados en las últimas plantas del edificio: el Franz Kafka y el Milan Kundera.
En estas dos suites, además, pese a mantener el mismo discurso estilístico que el resto, también hay pequeñas diferencias como la utilización de roble en lugar de madera lacada o la utilización de una paleta de colores tierras con el rojo como nota de color.
Para más información visiten: dt6 Arquitectes, Hotel Unic Prague
Vía: diarioDESIGN
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