En la construcción, el ladrillo de tejar o manual siendo sus piezas de tamaño aproximado pero no iguales. Su apariencia es tosca, con rugosidades en sus caras siendo no muy planas.
Su uso está muy generalizado en las rehabilitaciones de edificios, puesto que fue un material muy empleado durante siglos.
Los ladrillos de tejar también llamados de "Rejal" por estar cocidos en Rejales, que era la forma de colocarlos para proceder a su cocción. La calidad del ladrillo venía dada por la situación del este el rejal en el momento de realizarse la cocción. La clasificación de menos cocido a más cocido y en consecuencia de menor a mayor calidad era: porteros, pardos, pintones, recochos, escafilados y santos. Los más apreciados eran los recochos, los escafilados se empleaban en arquetas, los porteros no tenían utilidad ya que estaban poco o nada cocidos en algunos casos simplemente secos, los santos estaban retorcidos, negros y quemados con exceso de cocción.
Vía: Wikipedia
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