El edificio fue diseñado por el arquitecto brasileño João Artacho Jurado en 1956 y está situado en Sao Paulo, Brasil. Recientemente se puso a la venta el apartamento del conserje, de setenta metros cuadrados en la planta baja, y dividido en sala de estar, dos pequeñas habitaciones, baño y cocina. Lo más llamativo es que tenía solo dos ventanas y ahora se ha convertido en un loft confortable y luminoso.
Marina Acayaba y Juan Pablo Rosenberg de AR Arquitetos, han conseguido convertir este apartamento oscuro y mal repartido en un loft, con encanto ecléctico y contemporáneo, lleno de luz natural. Durante la primera visita a la vivienda, Rosenberg se fijó en que en la zona junto a la puerta principal que da a la entrada del edificio había cuatro metros de altura.
"Pensé que ya que ambos espacios están en la planta baja había algo oculto. En ese momento supe que tenía que comprar ese piso y remodelarlo radicalmente."
Uno de los principales cambios es la ampliación de la ventana de la cocina que se ha convertido en un muro de cristal, eso es lo que hace que el apartamento esté ahora lleno de luz. Además al eliminar los tabiques que separaban las diferentes habitaciones, la luz circula ahora por toda la vivienda con total libertad.
La sala de estar, el comedor y la cocina comparten espacio, en realidad el dormitorio también, aunque este está separado con un armario y una cortina como vemos . En parte de las paredes se ha dejado el ladrillo al descubierto y se ha pintado en blanco consiguiendo un toque industrial que contrasta con muebles diseño y elementos decorativos de varios estilos.
Al final del salón llegamos al dormitorio, el armario es el que actúa como elemento separador, aunque también hay una gran cortina que se puede cerrar en determinados momentos para conseguir más intimidad. La cortina se puede cerrar de noche, pero se puede dejar abierta durante el día para tener más luz y más amplitud.
Además es en esta zona donde está la segunda ventana, que en este caso no se ha ampliado, pero que ayuda a que esta zona no se quede sin luz cuando se cierra. Con todo hay que tener en cuenta que también se ha optado por el color blanco para los muebles, para incrementar la luminosidad y que no se ha decorado demasiado para no perder claridad en el ambiente.
Y terminamos nuestro recorrido en el cuarto de baño. El inodoro está en una zona privada junto al lavabo, ya que está muy bien eliminar todos los tabiques, pero hay espacios que necesitan privacidad.
El estilo de nuevo es industrial en acuerdo con el del resto de la casa, aunque tal vez tratándose del baño pueda resultar un tanto frío. Quitando este pequeño detalle hay que reconocer que la reforma ha conseguido un resultado espectacular.
Para más información visiten: Ar Arquitectos
Vía: Decoesfera
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