

Así, se asciende a través de una imponente escalinata de piedra (aprobada por Frank O. Gehry) que desemboca en un zaguán de titanio desde el que se accede al local donde, en un único ambiente espacial de última generación, comparten lugar la cocina, visible y visitable, y el restaurante. Ambos en madera de arce y chapa lacada, que se perfora en el restaurante, para permitir el paso de la luz, el aire acondicionado o el sonido, y se mantiene lisa en la cocina y las campanas.
El ambiente generado transmite sencillez, excelencia y elegancia.
Nerua obtuvo su primera Estrella Michelín tan solo seis meses después de su inauguración.

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