Lo flotante, lúdico, ligero e intemporal está de moda. Es posible que necesitemos este tipo de diseños para aliviar un poco la carga que los tiempos están colocando sobre nuestras espaldas… O por el motivo que sea. La cuestión es que no es el primer diseño que hemos visto, inspirado en los etéreos globos de colores que tan felices nos hacían en nuestra infancia.
La sensación que tenemos cuando vemos las lámparas es de estar contemplando globos de helio, que algún niño descuidado dejó escapar. Globos que, tras toparse con el techo, han quedado eternamente suspendidos en el aire. El cordón clásico de los globos sirve en este caso como ingenioso sistema para encender y apagar las luces: basta con tirar de él, y un ligero clic llevará la iluminación a los espacios.
La colección de lámparas de techo se llama Memory (y como tal, nos trae a la memoria los tiempos de la niñez). Es una obra del diseñador Boris Klimek para la firma Brokis. Las lámparas no han pasado inadvertidas en el mundo del diseño, y son ya cuatro los premios internacionales que han recibido estas ingeniosa y poéticas luminarias. La gama Memory está disponible en muchos tonos, y su máxima belleza la alcanzan cuando se combinan colores y tamaños entre sí, creando ambientes tan bellos como los que aparecen en las imágenes.
Para más información visiten: Boris Klimek, BrokisVía: Revista Muebles
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