[h]arina es un nuevo concepto de panadería y cafetería que abrió hace unos meses su segundo local en Madrid. Se trata de un espacio donde degustar productos naturales, artesanos y elaborados con recetas tradicionales, sencillos y sin sofisticaciones. Este segundo establecimiento [h]arina se sitúa en pleno barrio de Chueca, y comparte con el primero –ubicado frente a la Puerta de Alcalá– el mismo estilo minimalista y acogedor.
El interiorismo de ambos locales se debe a Carmen Baudín, copropietaria y durante muchos años colaboradora en prensa especializada en arquitectura, decoración y gastronomía.
[h]arina se divide en dos áreas: por un lado, la tienda (en la que se puede comprar pan artesano de masa madre, es decir, sin levadura artificial) y, por otro, la cafetería.
Haciendo honor a su nombre, el blanco es el color dominante y se ha empleado en todos los acabados (como el mármol del pavimento o la pintura de las paredes).
Esta estrategia aumenta la amplitud y la luminosidad del espacio, transmitiendo una sensación de relax y pulcritud, además de resaltar los colores de los productos que se exhiben de manera ordenada en cestas de mimbre pintadas también de color blanco.
La iluminación artificial se ha realizado mediante focos halógenos dispuestos en el techo y se ha reforzado puntualmente con grandes lámparas, que junto a los tubos de aire acondicionado vistos, dan un aire industrial al local.
Se ha conservado la estructura original del edificio, que data de finales del siglo XIX, pintando de blanco los pies derechos de madera y dejando su base de granito vista.
Aquí les dejo su web: www.harinamadrid.com
Vía: diarioDESIGN
El interiorismo de ambos locales se debe a Carmen Baudín, copropietaria y durante muchos años colaboradora en prensa especializada en arquitectura, decoración y gastronomía.
[h]arina se divide en dos áreas: por un lado, la tienda (en la que se puede comprar pan artesano de masa madre, es decir, sin levadura artificial) y, por otro, la cafetería.
Haciendo honor a su nombre, el blanco es el color dominante y se ha empleado en todos los acabados (como el mármol del pavimento o la pintura de las paredes).
Esta estrategia aumenta la amplitud y la luminosidad del espacio, transmitiendo una sensación de relax y pulcritud, además de resaltar los colores de los productos que se exhiben de manera ordenada en cestas de mimbre pintadas también de color blanco.
La iluminación artificial se ha realizado mediante focos halógenos dispuestos en el techo y se ha reforzado puntualmente con grandes lámparas, que junto a los tubos de aire acondicionado vistos, dan un aire industrial al local.
Se ha conservado la estructura original del edificio, que data de finales del siglo XIX, pintando de blanco los pies derechos de madera y dejando su base de granito vista.
Aquí les dejo su web: www.harinamadrid.com
Vía: diarioDESIGN
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