
La entrada de la casa está oculta y precedida por un “genkan” japonés, un porche que separa la vivienda de un cobertizo empotrado donde se guardan las tablas de surf y las bicicletas. Este túnel exterior conecta la entrada posterior y la cubierta de madera que incorpora un asiento. Sobre los ventanales de la fachada sur, se deslizan persianas de madera que pueden cerrarse completamente para proteger el interior de los tifones estacionales.

La oscura piel exterior de la casa contrasta con el espacioso y luminoso interior. La sala de estar de doble altura está ocupada por una caja revestida de abeto que soporta un espacio abierto concebido como un loft, además de contener el dormitorio principal, un aseo y un baño en la planta baja. Además, la buhardilla puede hacer la función de habitación para invitados. Las puertas se han incorporado cuidadosamente a la escalera y la caja, y se camuflan al máximo para ocultar la entrada a estas estancias privadas.
En el nivel superior se incoporó un escritorio, desde el que se puede contemplar el mar en busca de inspiración.
La cubierta a dos aguas poco pronunciadas es accesible a través de una escalera de la misma madera de abeto que lleva a una claraboya pivotante.
La casa se basa en los principios de diseño pasivo. Los ventanales orientados al sur reciben sombra a través de aleros en verano. La ventilación cruzada captura la brisa fresca del mar. Ranuras fresadas en la balaustrada de madera promueven la circulación de aire limpio y ocultan las instalaciones de aire acondicionado. En invierno, una estufa a leña proporciona energía térmica renovable.
Ficha técnica:
Proyecto: Onjuku Beach House.
Localización: Onjuku, prefectura de Chiba (Japón).
Año: 2012.
Arquitectura: BAKOKO.
Superficie: 135.4 sqm.
Contratista principal: Tosho Kensetsu.
Fotografías: BAKOKO.
Para más información visiten: Bakoko
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