Situado en el corazón de Budapest y creado para la temporada otoño / invierno 2011, el nuevo espacio para la Tienda Nanushka Betastorex intenta enfatizar en los valores principales de la marca y contrastar con la a veces abrumadora experiencia urbana.La joven diseñadora de moda y dueña de la tienda, Sandra Sandor, eligió a un equipo de estudiantes titulados de arquitectura de distintas universidades: Daniel Balo, Zsofia Dobos, Dora Medveczky, Judit Emese Konopas y Noemi Varga. Ellos trabajarían juntos por primera vez y no tendrían más de tres semanas para terminar el proyecto, por lo que tuvieron que buscar soluciones rápidas y creativas.
Sin embargo, se encontraron con otras limitaciones: había que llegar a un diseño que no dañara el interior del espacio (sólo se permitieron perforaciones menores) y trabajar con un presupuesto relativamente bajo. Además, el espacio tenía una forma inusualmente alargada. Estas fueron las circunstancias bajo las cuales los arquitectos intentarían crear un interior cálido y natural y que estuviera en armonía con los valores de la marca Nanushka.
Como fuente de inspiración para su diseño utilizaron el concepto de “lo salvaje” o no intervenido, y como elementos las clásicas carpas y graneros que se utilizan en las bodas. Entonces reunieron materiales puros y simples como el algodón, lino, madera para leña y acero oxidado.Primero crearon un sistema de manipulación de la tela de 250 m2 que cubriría el interior, tirando de los cables por debajo del techo. Avanzando desde el frente hacia atrás lograron levantar el lienzo en el aire y luego dejarlo caer y fluir de una manera que, básicamente, envuelve todo el espacio interior.
Luego cortaron la leña en pequeñas laminas que se instalaron en el piso y otras se dejaron como troncos que nacen desde la tierra y sirven como soporte de exhibición.
Los asientos de lino y las lámparas inflables comparten una misma forma cilíndrica fortaleciendo la fluidez orgánica del espacio de telas, mientras que las estrictas formas geométricas del mueble de recepción, los probadores y los percheros de acero generan un contraste y un equilibrio a la vez.Los contrastes también fueron creados con la elección de los materiales, mediante la combinación de superficies oxidadas, ásperas, lisas y suaves, todas éstas variaciones de tranquilo, limpio, calmo y blanco. Por último, el uso de estos elementos y materiales fue muy respetuoso con el medio ambiente, ya que el reciclaje fue en realidad la base del concepto de diseño.
Arquitectos: Daniel Balo, Zsofi Dobos, Dora Medveczky, Judit Emese Konopas, Noemi VargaUbicación: Fashion Street, Budapest, Hungría
Cliente: Sandra Sandor – Nanushka
Construcción: Tamas Lindwurm – Honti Kft.
Superficie: 80 m2
Presupuesto: 2000 €
Fotografías: Tamas Bujnovszky
Vía: Plataforma Arquitectura
No hay comentarios:
Publicar un comentario