La silla Jill es otro producto que se ha presentado en la Feria de Milán 2011. Es el primer trabajo en colaboración entre Vitra y la firma Alfredo Häberli con sede en Zúrich. Inspirada en iniciales piezas moldeadas en madera contrachapada, el diseñador explora las fronteras actuales de esta técnica y crea un caparazón flexible donde, en un proceso patentado, las chapas de Jill se curvan hasta que se encuentran en el centro del asiento. Las patas de la silla están hechas de tubos de acero, alambre, aluminio y madera y su color se relaciona en función de los acabados en cuero o tela.
En la década de 1940, Charles Eames se convirtió en uno de los primeros en moldear la madera contrachapada con éxito en formas tridimensionales. La fascinación por el poder escultórico expresivo de estos prototipos de madera temprana es evidente en muchos de los prototipos de Alfredo Häberli.
Jill es un homenaje a Alfredo Häberli a ese momento, realizado con Vitra, actualiza su estética incorporando la tecnología de la madera contrachapada en una carcasa de asiento con forma orgánica.
En un proceso patentado, las chapas de Jill se curvan hasta que se encuentran en el centro del asiento. Esto crea una capa flexible que ofrece una transición abierta desde el asiento hasta la parte posterior, con el grosor de su barniz se estrecha hacia la parte superior de la silla. Dos líneas infinitas, una interior y otra exterior, impregnan y rodean una superficie, creando así una forma escultórica que sigue los contornos del cuerpo, y, gracias a su alto grado de flexibilidad, tiene una gran versatilidad con una comodidad increíble.
Para más información visiten: Alfredo Häberli, Vitra
Vía: Metalocus
En la década de 1940, Charles Eames se convirtió en uno de los primeros en moldear la madera contrachapada con éxito en formas tridimensionales. La fascinación por el poder escultórico expresivo de estos prototipos de madera temprana es evidente en muchos de los prototipos de Alfredo Häberli.
Jill es un homenaje a Alfredo Häberli a ese momento, realizado con Vitra, actualiza su estética incorporando la tecnología de la madera contrachapada en una carcasa de asiento con forma orgánica.
En un proceso patentado, las chapas de Jill se curvan hasta que se encuentran en el centro del asiento. Esto crea una capa flexible que ofrece una transición abierta desde el asiento hasta la parte posterior, con el grosor de su barniz se estrecha hacia la parte superior de la silla. Dos líneas infinitas, una interior y otra exterior, impregnan y rodean una superficie, creando así una forma escultórica que sigue los contornos del cuerpo, y, gracias a su alto grado de flexibilidad, tiene una gran versatilidad con una comodidad increíble.
Para más información visiten: Alfredo Häberli, Vitra
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