La familia Cubrik nace en 2005 con las dos lámparas de suspensión de 36 y 100 lamas y debe su nombre al famoso cubo Rubik. La premisa de Antoni Arola en aquel momento fue la de producir una lámpara cúbica de gran formato que ofreciera tantas opciones de composición como estados de ánimo posibles, de modo que el usuario pudiera disponer de una lámpara diferente en cualquier momento.
Para más información visiten: Santa & Cole
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