La parcela donde se ubica esta vivienda resulta de la división de una finca matriz, adopta la forma de un polígono irregular de cuatro lados, presenta una leve pendiente y comprende una superficie de 13.357 m2.
La parcela limita al norte con espacios comunes de la urbanización; al sur con la vía de acceso y al este con la parcela vecina. La urbanización cuenta con abundantes y amplios espacios ajardinados entre las viviendas, que se organizan alrededor de un estanque central.
Siguiendo las necesidades del programa planteado por el cliente, la vivienda se desarrolla en tres plantas, dividiendo su espacio en zonas diferenciadas: una planta enterrada que alberga cuartos de instalaciones, sala de fiestas, sala de cine y gimnasio con vestuario; la planta baja, donde se ubica el acceso, desarrollada en diferentes niveles separando distintas funciones, garaje, cocina con cuartos adyacentes como despensa, vinos y limpieza, office, zona de servicio con lavadero tendedero y cuarto de seguridad; y una zona para el dormitorio principal con sus vestidores, baños, gimnasio, vestuario y piscina. En la última planta se sitúan un estar y los dormitorios de los niños, todos con su propio cuarto de baño.
Anexa a la vivienda principal se ubica la vivienda de servicio, dotada de estar y cuatro dormitorios con cuarto de baño propio. Esta segunda pieza se integra al volumen gracias a los muros curvos envolventes, que marcan la unidad exterior del proyecto y delimitan los espacios abiertos en el interior.
Según los deseos del cliente, la vivienda presenta una cara cerrada hacia el exterior, resuelta con una serie de muros curvos concéntricos de piedra natural que generan espacios a cielo abierto más íntimos y privados en su parte interior, un paisaje conformado por elementos de piedra natural y agua.
En planta, los espacios se organizan en batería a lo largo de una serie de franjas longitudinales que definen los diferentes tipos de uso. En el sentido transversal, la vivienda se organiza en una gradación que va de volúmenes cerrados a abiertos, y de espacios sociales y de servicio a espacios privados e íntimos. Las dos franjas principales están separadas por un espacio abierto marcado por una lámina de agua, el tránsito entre ambas partes se hace a través de una escultórica pasarela de bloques de granito macizo, que marca de forma física y simbólica los límites de la vivienda.
Los muros exteriores, que definen la imagen de conjunto de la vivienda. Están terminados en mármol travertino romano, resueltos en un sistema de fachada ventilada, que permite poner en valor las cualidades estéticas de la piedra natural, aprovechando al mismo tiempo cualidades técnicas de este sistema constructivo como su eficiencia climática y fácil mantenimiento.
En la mayor parte de los espacios interiores los suelos están acabados en granito negro, mientras que en algunos puntos en la planta baja se utilizó el mismo mármol travertino de las fachadas, para dar unidad al conjunto.
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