Quizá sea la obra más bella construida por el hombre ecológico con materiales reciclados, pero con una fuerte inspiración divina. Se trata del templo budista "Wat Pa Maha Chedio Kaew", también conocido por su apodo "Wat Land Kuad" o "Templo del millón de botellas", que se encuentra en la provincia tailandesa de Sisaket a 595 km. al noreste de Bangkok. El templo se ha construido totalmente con más de 1,5 millones de botellas de vidrio recicladas ( el vidrio es un material que permite ser reutilizado en su totalidad y varias veces sin importar color, estado o tipo de vidrio que sea; una de las ventajas del reciclado de este material es que posible reciclarlo sin ocasionar ningún subproducto inutilizable o tóxico, y lo que es aún más importante, sin que el nuevo producto que surge del proceso tenga una calidad inferior con relación al original). Incluso se ha construido en vidrio los baños y el crematorio. Y las tapas de las botellas se han utilizado para construir un gigantesco y bello mosaico. Cada día los monjes reciben más y más botellas que van incorporando para agrandar y mejorar el templo.
No ha sido un trabajo fácil ni de cuatro días, la recolección de botellas comenzó en el año 1984, cuando los monjes las utilizaban para decorar sus viviendas. El brillante material de construcción atrajo a más personas a donar más botellas, hasta que finalmente habían suficientes para construir el templo. Dado que las botellas de todos los colores sustituyen a los ladrillos, éstas dejan pasar la luz natural al espacio sagrado que cobra una mística sensación de recogimiento y quietud. Las botellas, más que recicladas parecen reencarnadas porque ya no son lo que fueron, aún siendo lo mismo, es como si se hubieran "desatado" de su mundana vida anterior (ya no contienen cerveza, ni vino, ni agua) y alcanzando el Nirvana. (Nirvana significa "desatar" en referencia a los nudos de la mente) o como extinción, calma, quietud, desaparecer, cese, soplo de una vela...
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