La silla Paimio pertenece a una serie de muebles diseñador por el arquitecto para su edificio del sanatorio de tuberculosis de Paimio, Finlandia, y está inspirada en la silla tubular de acero "Wassily" de Marcel Breuer. Sin embargo Alvar Aalto decide utilizar abedul autóctono, tanto por sus propiedades y sus formas orgánicas como por su calidez y por compenetración con la naturaleza.
Se engloba dentro del diseño escandinavo, formado en plena reconstrucción de la postguerra que llevó a los países nórdicos a la conformación de una cultura política y estética socialdemócrata y de una identidad nacional propicia para la creación de un estilo muy en sintonía con el movimiento moderno, pero con procesos y objetivos sensiblemente distintos que contemplan la no ruptura entre artesanado e industria, una voluntad imperante de no desmentir la propia tradición, sino de ser partícipes de su continuidad y el uso prevalente de ciertos materiales como la madera. Los pioneros del diseño Escandinavo no compartían completamente los principios de la industrialización, siendo de gran importancia para ellos la parte humana del diseño. Es por esa razón que su producción estuvo ligada siempre al campo de la artesanía. Su diseño se caracterizó por una modernidad elegante de tradición, refinada, realizada con materiales naturales y acabados exquisitos que buscaba manifestar el creciente bienestar a partir de la belleza cotidiana y el ensamble de lo mecánico con lo orgánico y de las formas abstractas del funcionalismo con los detalles vernáculos producidos por las tradiciones locales y el clima.
Aalto es un diseñador situado en término medio entre las formas modernas y los materiales tradicionales de dicha corriente funcionalista finlandesa.
La silla Paimio está construida en una delgada lámina de madera compensada curva y enrollada sinuosamente en el borde inferior y superior y dos aros cerrados de madera laminada y curvada. En ella, Aalto buscó nuevas formas de manipular la madera a partir del estudio de la construcción de los esquís, ampliando las posibilidades de su uso y creando una silla admirada tanto por su comodidad y finura como por su presencia escultórica.
El material muestra la estructura y se transforma en el único componente estético con la simplicidad como regla, evocando una aplastante armonía sujeta a una geometría racional de líneas claras y sobrias que dejan al desnudo una precisión de las piezas y una claridad del montaje. Con la continuidad como característica morfológica clave, que no se debe tan solo al empleo de un único material, sino a su elasticidad intrínseca y a su forma derivada.
Aalto no proyectó solo el edificio hospitalario, sigue su máxima de que el diseño podría aplicarse a cualquier objeto o edificio por lo que también diseña todo su mobiliario. La butaca en concreto se destinaba a las áreas de estar del sanatorio y el ángulo de su respaldo fue pensado para ayudara a quienes las usaran a respirar más cómodamente.
Inspirado en la corriente moderna de los años 20, y siguiendo el concepto comercial desarrollado por la Bauhaus, fundó junto a su esposa Aino Mariso la empresa de muebles Artek, utilizada por Aalto para dar rienda suelta a su creatividad, con la madera como material que desempeñó un papel integral en su diseño.
Mediante Artek controla la serialización de sus productos a través de la "repetición controlada", sabedor del riesgo de una disminución de su valor estético y de un consumo demasiado veloz y superficial. Aunque este hecho no es propio del diseño escandinavo, el cual busca el factor consumo entendido también en sentido cuantitativo.
Se engloba dentro del diseño escandinavo, formado en plena reconstrucción de la postguerra que llevó a los países nórdicos a la conformación de una cultura política y estética socialdemócrata y de una identidad nacional propicia para la creación de un estilo muy en sintonía con el movimiento moderno, pero con procesos y objetivos sensiblemente distintos que contemplan la no ruptura entre artesanado e industria, una voluntad imperante de no desmentir la propia tradición, sino de ser partícipes de su continuidad y el uso prevalente de ciertos materiales como la madera. Los pioneros del diseño Escandinavo no compartían completamente los principios de la industrialización, siendo de gran importancia para ellos la parte humana del diseño. Es por esa razón que su producción estuvo ligada siempre al campo de la artesanía. Su diseño se caracterizó por una modernidad elegante de tradición, refinada, realizada con materiales naturales y acabados exquisitos que buscaba manifestar el creciente bienestar a partir de la belleza cotidiana y el ensamble de lo mecánico con lo orgánico y de las formas abstractas del funcionalismo con los detalles vernáculos producidos por las tradiciones locales y el clima.
Aalto es un diseñador situado en término medio entre las formas modernas y los materiales tradicionales de dicha corriente funcionalista finlandesa.
La silla Paimio está construida en una delgada lámina de madera compensada curva y enrollada sinuosamente en el borde inferior y superior y dos aros cerrados de madera laminada y curvada. En ella, Aalto buscó nuevas formas de manipular la madera a partir del estudio de la construcción de los esquís, ampliando las posibilidades de su uso y creando una silla admirada tanto por su comodidad y finura como por su presencia escultórica.
El material muestra la estructura y se transforma en el único componente estético con la simplicidad como regla, evocando una aplastante armonía sujeta a una geometría racional de líneas claras y sobrias que dejan al desnudo una precisión de las piezas y una claridad del montaje. Con la continuidad como característica morfológica clave, que no se debe tan solo al empleo de un único material, sino a su elasticidad intrínseca y a su forma derivada.
Aalto no proyectó solo el edificio hospitalario, sigue su máxima de que el diseño podría aplicarse a cualquier objeto o edificio por lo que también diseña todo su mobiliario. La butaca en concreto se destinaba a las áreas de estar del sanatorio y el ángulo de su respaldo fue pensado para ayudara a quienes las usaran a respirar más cómodamente.
Inspirado en la corriente moderna de los años 20, y siguiendo el concepto comercial desarrollado por la Bauhaus, fundó junto a su esposa Aino Mariso la empresa de muebles Artek, utilizada por Aalto para dar rienda suelta a su creatividad, con la madera como material que desempeñó un papel integral en su diseño.
Mediante Artek controla la serialización de sus productos a través de la "repetición controlada", sabedor del riesgo de una disminución de su valor estético y de un consumo demasiado veloz y superficial. Aunque este hecho no es propio del diseño escandinavo, el cual busca el factor consumo entendido también en sentido cuantitativo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario