Los cristales de las ventanas han de ser transparentes para permitir la entrada de la luz y poder ver el exterior. Pero en ocasiones necesitamos más intimidad o simplemente queremos matizar o decorar un poco su superficie, y el problema es que la pulida superficie del cristal nos impide decorarlos con pinturas corrientes. Además, en ocasiones nos interesa también que la superficie que pintemos tenga transparencia para que la luz siga entrando en nuestra vivienda. Para poder decorar los cristales existen varias opciones muy sencillas:
. Una posibilidad es utilizar plásticos autoadhesivos translúcidos. Estos plásticos se venden en centros de bricolaje, papelerías y centros especializados en plásticos. Para colocarlos solo hay que despegar el papel protector trasero y fijarlo al cristal, empleando a ser posible un rodillo de goma para ajustarlo y evitar que queden burbujas. Los laterales se recortan con una cuchilla afilada. Una vez colocado podemos recortar formas con la punta de la cuchilla (con cuidado de no rayar el cristal), descubriendo el cristal inferior y hacer así motivos de cualquier tipo. El plástico blanco translúcido es el más discreto, pero también los hay de colores.
Otra opción es emplear pinturas especiales. Desde las pinturas para cristal de toda la vida, que imitan el efecto de las vidrieras, hasta los productos más nuevos de última generación, las opciones son muchas. Hay incluso rotuladores para pintar cristales. Y desde luego, además de los cristales de las ventanas, con estos productos también podemos decorar espejos, platos y vajilla de cristal (en estos casos es mejor utilizar pinturas aptas para lavavajillas o usarlos solo para decorar), puertas de vitrina o de paso... Todo aquello que esté realizado con cristal, vidrio o metacrilato.
. Una posibilidad es utilizar plásticos autoadhesivos translúcidos. Estos plásticos se venden en centros de bricolaje, papelerías y centros especializados en plásticos. Para colocarlos solo hay que despegar el papel protector trasero y fijarlo al cristal, empleando a ser posible un rodillo de goma para ajustarlo y evitar que queden burbujas. Los laterales se recortan con una cuchilla afilada. Una vez colocado podemos recortar formas con la punta de la cuchilla (con cuidado de no rayar el cristal), descubriendo el cristal inferior y hacer así motivos de cualquier tipo. El plástico blanco translúcido es el más discreto, pero también los hay de colores.
Otra opción es emplear pinturas especiales. Desde las pinturas para cristal de toda la vida, que imitan el efecto de las vidrieras, hasta los productos más nuevos de última generación, las opciones son muchas. Hay incluso rotuladores para pintar cristales. Y desde luego, además de los cristales de las ventanas, con estos productos también podemos decorar espejos, platos y vajilla de cristal (en estos casos es mejor utilizar pinturas aptas para lavavajillas o usarlos solo para decorar), puertas de vitrina o de paso... Todo aquello que esté realizado con cristal, vidrio o metacrilato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario