sábado, 11 de febrero de 2012

Arquitectura expresionista

La arquitectura expresionista fue un movimiento arquitectónico que se desarrolló en Europa durante las primeras décadas del siglo XX, en paralelo al Expresionismo.

El término se comenzó a usar englobando una serie de creaciones vanguardistas en Alemania, Países Bajos, Austria, Checoslovaquia y Dinamarca entre 1910 y 1924. Posteriormente, se aceptó que la arquitectura expresionista también abarcaba obras desde el año 1905, y no solamente de esos países, sino también del resto de Europa. Hoy en día, el sentido del término se considera válido para la arquitectura que, independientemente del lugar de procedencia y la época de construcción, cumple con una serie de características como la distorsión, la fragmentación, o la manifestación de una emoción violenta.



Este estilo tuvo amplias similitudes con lo que hoy podríamos llamar pre-modernismo, tanto en el uso de nuevos materiales, como en la innovación formal, suscitada en ocasiones por el uso de formas biomórficas, o por la ampliación de posibilidades ofrecida por la fabricación en masa de materiales de construcción como el ladrillo, el acero, o el vidrio. Muchos arquitectos expresionistas combatieron en la Primera Guerra Mundial, y su experiencia, combinada con los cambios políticos y sociales producto de la Revolución alemana de 1919, desembocaron en perspectivas utópicas, y un programa socialista romántico. Las condiciones económicas dieron lugar a una limitación en el número de construcciones entre 1914 y mediados de los años 20, cuyo resultado fue que muchas importantes obras expresionistas se quedaron en el papel, como la Architecture Alpine de Bruno Taut, o el Formspiels de Hermann Finsterlin. Los edificios destinados a exhibiciones fueron numerosos, alcanzando una cifra significativa durante este periodo. La escenografía para el teatro y el cine, fue otra gran fuente de imaginación expresionista.

La arquitectura expresionista ha estado marcada por importantes eventos, como la exposición del Deutscher Werkbund en Colonia, en el año 1914, la programación teatral de la Großes Schauspielhaus, o las actividades de la Escuela de Ámsterdam. La Torre Einstein, de Erich Mendelsohn, ubicada en Potsdam, es el icono de la arquitectura expresionista. Desde 1925, la mayoría de las principales figuras de la arquitectura expresionista como Bruno Taut, Hans Poelzig o el propio Erich Mendelsohn, dieron un giro hacia la Nueva objetividad (Neue Sachlichkeit), una visión más práctica y pragmática que huía de la agitación emocional del expresionismo. Sin embargo, todavía ciertos arquitectos como Hans Scharoun, permanecieron trabajando en un lenguaje expresionista.

No hay que confundir la arquitectura expresionista con un movimiento moderno. La arquitectura expresionista se dio al mismo tiempo, pero de manera más sutil. Y debido a lo sencillo que era este movimiento moderno, tomo mucho más fuerza, y con el paso de los años hizo que lo romántico y subrealista quedara en un plano prácticamente desconocido. Pero muchísimo más interesante que lo simple del movimiento moderno.

Vía: Wikipedia

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