


Siguiendo esta misma línea, es posible abrir las ventanas de las habitaciones hacia el espacio común. Detalla Xue Jin que imaginaron «las zonas públicas como una calle, por lo que es posible abrir las ventanas de la habitación hacia el área pública, lo que, por un lado, resuelve el problema de una iluminación insuficiente en el segundo piso, debido a la estructura existente, y por otro lado, aporta una visión optimista al aumentar la interacción entre lo privado y lo público. También construimos los pasillos del segundo piso como espacios abiertos para que los espacios resultaran más interesante y conectables».
Habitaciones que ceden su espacio.
Uno de los problemas resueltos con la intervención fue la escasa altura de la planta que, con tan solo 4,80 m, debía acoger dos pisos para las habitaciones, incluido el necesario sistema de tuberías. Para garantizar que los dos niveles dispusieran de espacios cómodos, se analizaron las alturas adecuadas para el programa funcional de las habitaciones. De esta manera, el espacio bajo la cama del segundo piso se le dio al primer piso para aumentar la altura del techo. En «sentido contrario», zonas del primer piso que no requerían de demasiada altura, como el baño y la cama, se diseñaron con el techo más bajo para dar más espacio al nivel superior. Con estos cambios de altura en la misma estancia, a los clientes les resulta más difícil percibir la falta de altura durante el tiempo que permanezcan alojados.


Por último, para que el hotel pudiera aprovechar al máximo la luz natural, se redujeron al máximo las divisiones y se utilizó el color blanco para atraer y reflejar la luz natural. Además, algunas de las puertas de las habitaciones se cambiaron por otras translúcidas para la luz natural iluminara los pasillos.
Para más información visiten: Xue Jin Design

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