
La nueva imagen sorprende desde la salida del ascensor. Se han utilizado los colores corporativos que asociamos rápidamente a la Caixa, el azul y el amarillo que protagonizan su archiconocido logo diseñado por Joan Miró.
Azul, amarillo y madera

La inspiración es azul en las nuevas oficinas de Caixabank. La aplicación de este tono como protagonista del proyecto se ha llevado hasta el extremo.
Inunda así los espacios destinados a reunión o descanso.
Se ha aplicado indistintamente en paredes, suelos y techos, y de esta manera el color sirve para delimitar espacios, sin necesidad de barreras físicas.
Se permite la circulación fluida a través de ellas, generando más amplitud al espacio. Cosa que se fomenta también mediante la utilización de paneles móviles entre las salas, para presentaciones breves o muestra de datos.


Además, el azul contrasta drásticamente con los colores claros o la madera. Que se han utilizado en contraposición para las zonas de paso y las áreas de trabajo individual.
En la sala de brainstorming (donde surgen las mejores ideas de marketing del banco) se ha creado un ambiente tranquilo y confortable, gracias al uso de madera y moqueta en tonos claros y neutros.
Es una especie de “pecera”, en la que los puffs hexagonales se encuentran camuflados en los paneles de madera, y pueden funcionar tanto como paneles acústicos como asientos en reuniones informales. Además, así se recogen e integran en la pared, permitiendo despejar la sala para otros usos.
Entre los muebles seleccionados también se encuentra las butacas y sillones Basic, un diseño autoproducido del estudio barcelonés Lagranja.

Para más información visiten: Stone Designs
Vía: diarioDESIGN
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