Quien tiene un espejo antiguo tiene un tesoro. Su marco de madera de formas caprichosas y su cristal envejecido por el paso del tiempo son un plus en decoración y aportan carácter y personalidad en casi todos los ambientes: vintage, shabby chic, boho, industrial, etc. Pero para que luzcan perfectos en cualquier pared debemos adaptarlos a su nueva vida. Vuelva a darle lustre a su viejo espejo con nuestros consejos.
Cómo restaurar un espejo
El paso del tiempo hace que el cristal pierda mercurio y se estropee. Es entonces cuando decimos que se ha picado.
Esto en sí no es un problema, todo lo contrario. Las marcas de la edad son un valor en alza y un signo de que estamos ante un artículo genuino y auténtico. Lucirlas sin disimulo es apostar por la imperfección que tanto se lleva esta temporada. Pero si quiere que su espejo, además de bonito, sea funcional, debe eliminarlas.
Para restaurarlo, necesita pinturas especiales que, además, le servirán para disimular los golpes que se haya podido dar en una mudanza por ejemplo.
Empiece separando el cristal del marco. Coloque el espejo boca abajo sobre una superficie blanda y, con una lija de grano muy fino, elimine los restos de mercurio de las partes dañadas. Pase con cuidado un trapo limpio para eliminar el polvo resultante. Por último, con ayuda de un pincel, aplique polvos de plata o pintura plateada para cristal.
Cómo restaurar el marco de un espejo
Este tipo de espejos suelen tener un marco estilo Luis XVI de formas sinuosas a las que podemos sacar partido. No es necesario devolverle el color dorado original, pero si quiere hacerlo, basta con que siga estos pasos.
Devolver el dorado original
Primero, retire los restos de polvo y localice las zonas que necesitan una reparación urgente. Si hay hendiduras o rasguños, reconstrúyalos con una masilla extra fuerte que no agriete. Para ello, amase el producto hasta conseguir un color uniforme y aplíquelo en la zona a reparar como si estuviera trabajando con plastilina. Reinterprete las zonas que han desaparecido fruto de los golpes y déjelo secar.
Con una lija de grano fino repase la zona. Después, tan sencillo como aplicar el mismo color.
Espejos en tonos pastel
Si se ha cansado del dorado, puede optar por la tendencia más actual que cobra cada vez más protagonismo en ambientes de estilo nórdico. Pinte toda la superficie con un solo color, sin matices ni decapados, eligiendo tonalidades pastel, como el rosa bailarina, el verde mint o el turquesa. Opte por pinturas con acabado chalk para que el resultado sea mate y aterciopelado.
Efecto decapado
Para rincones clásicos apueste por el decapado. Tendrá que lijar completamente el marco y pintarlo con el color que quiera que quede al fondo. Un marrón oscuro o un azul índigo serán perfectos. Después, con una vela de parafina frote los vértices del marco y los salientes, o las zonas que quiera que se vean resaltadas en marrón o azul. Aplique otra mano de pintura, pero esta vez en un color más claro. Por ejemplo: blanco. Y cuando esté seco, lije incidiendo en las zonas en las que había puesto parafina.
Las antigüedades, mejor en manos expertas
Si el espejo tiene gran valor o es una antigüedad, es preferible dejar los experimentos y llevarlo a un artesano cualificado, que cuenta con productos altamente específicos y con los conocimientos necesarios para llevar a cabo la restauración de la forma más profesional.
Vía: Hogar Mapfre
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