

La boutique está situada en una de las calles comerciales más concurridas de Estocolmo. Respetando las preexistencias históricas que definen el entorno, el local es además la semilla de las futuras tiendas de Gina Tricot en Suecia. Por ello, cada decisión de diseño debía ser transferible y escalable, sin perder con ello la coherencia de la marca.
Una nueva experiencia de compra
Durante el proceso de diseño, Note Design Studio y Open Studio se enfrentaron a un reto. Los clientes de Gina Tricot buscaban una experiencia de compra física distinta a la online. Un “destino social”, donde las interacciones entre los compradores tienen un papel fundamental. Porque, y como señala My Degerth, de Note Design Studio, “el espacio refleja la idea de que la vida es la gente que conoces. Y la compra es mejor y más memorable junto a amigos”.

Como resultado, el diseño final refleja los rituales de la experiencia de compra en un lugar de reunión entre amigos. Además, el variado rango demográfico de los clientes ha hecho que los diseñadores apuesten por una amplia gama de materiales y colores.
Otra característica clave del nuevo espacio es la agilización del flujo de compradores a través de unos pocos pasillos. En lugar de dirigir al visitante, la tienda deja que sea éste quien tome las decisiones. A través de tintes, transparencias, espejos y texturas, el interior invita a la exploración, generando encuentros sorpresa con piezas y estilos clave.

Reinventando los probadores
Los probadores se reinventan, dejando atrás los cubículos claustrofóbicos y la iluminación poco favorecedora. Más amplios, cuando están abiertos generan un espacio comunitario, abierto, despejado y enérgico. “Hemos prestado especial atención a los espacios que, como los probadores, juegan un papel fundamental en la experiencia de compra positiva” explica My Degerth, de Note Design Studio.
Empático y dirigido al comprador de hoy en día, el nuevo concepto tiene previsto implementarse en las 180 tiendas y ubicaciones de Gina Tricot. Un paso audaz y provocativo para una cadena minorista establecida, que apuesta ahora por un gran cambio de impacto real.

Reinventando los probadores
Los probadores se reinventan, dejando atrás los cubículos claustrofóbicos y la iluminación poco favorecedora. Más amplios, cuando están abiertos generan un espacio comunitario, abierto, despejado y enérgico. “Hemos prestado especial atención a los espacios que, como los probadores, juegan un papel fundamental en la experiencia de compra positiva” explica My Degerth, de Note Design Studio.
Empático y dirigido al comprador de hoy en día, el nuevo concepto tiene previsto implementarse en las 180 tiendas y ubicaciones de Gina Tricot. Un paso audaz y provocativo para una cadena minorista establecida, que apuesta ahora por un gran cambio de impacto real.
Para más información visiten: Note Design Studio, Open Studio
Vía: diarioDESIGN
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