¿Qué es el síndrome del edificio enfermo?
El síndrome del edificio enfermo es como se conoce al conjunto de efectos negativos en la salud que pueden llegar a experimentar los inquilinos de un edificio. Estos efectos negativos se deben a un hábitat perjudicial que se genera en el interior de las viviendas como consecuencia de una mala elección de los materiales, o bien debido al uso de materiales que no son naturales, libres de tóxicos e inocuos.
Se calcula que este síndrome afecta hasta a un 30% del parque de viviendas que producen diferentes afecciones en la salud como, por ejemplo; escozor de ojos, alergias nasales, dolores de cabeza, dermatitis, náuseas y problemas respiratorios de diversa índole.
Remediando el problema en su edificio
El síndrome está relacionado con una pésima calidad de los materiales empleados, normalmente materiales sintéticos y tóxicos que son más baratos que los naturales. Como se suele decir, lo barato sale caro y al final el problema solo tendrá remedio si reforma el edificio para eliminar los materiales perjudiciales que fueron usados en él.
Estos materiales baratos de mala calidad afectan a la habitabilidad del edificio de varias formas. Por una parte, como hemos visto, repercuten en una peor habitabilidad del espacio, que genera una atmósfera tóxica y nociva para la salud de los que viven allí. Por otra parte, la mala calidad de los materiales repercute en que el edificio tenga una durabilidad menor y que se generen mayores desperfectos a largo plazo. Al fin y al cabo, un edificio que emplea materiales de menor calidad no puede aguantar la misma cantidad de tiempo impoluto.
Así pues, tanto si va a construir una vivienda como si está pensando en reformar tenga en todo momento presente que la calidad de los materiales que utilice es un aspecto esencial. Y si cree que puede estar residiendo en un edificio enfermo no dude en reformar por su propio bienestar y el de su familia.
Remediando el problema en su edificio
El síndrome está relacionado con una pésima calidad de los materiales empleados, normalmente materiales sintéticos y tóxicos que son más baratos que los naturales. Como se suele decir, lo barato sale caro y al final el problema solo tendrá remedio si reforma el edificio para eliminar los materiales perjudiciales que fueron usados en él.
Estos materiales baratos de mala calidad afectan a la habitabilidad del edificio de varias formas. Por una parte, como hemos visto, repercuten en una peor habitabilidad del espacio, que genera una atmósfera tóxica y nociva para la salud de los que viven allí. Por otra parte, la mala calidad de los materiales repercute en que el edificio tenga una durabilidad menor y que se generen mayores desperfectos a largo plazo. Al fin y al cabo, un edificio que emplea materiales de menor calidad no puede aguantar la misma cantidad de tiempo impoluto.
Así pues, tanto si va a construir una vivienda como si está pensando en reformar tenga en todo momento presente que la calidad de los materiales que utilice es un aspecto esencial. Y si cree que puede estar residiendo en un edificio enfermo no dude en reformar por su propio bienestar y el de su familia.
Vía: Blog Plan Reforma
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