Con una superficie de 600 metros cuadrados y capacidad para 200 comensales, el nuevo local combina el hotel original -convertido en una cáscara ruinosa- con un estilo costero, típico de los años 70, y detalles de estética retro. En parte galería de arte y en parte hotel, construye un espacio a medio camino entre el minimalismo de Donald Judd y el diseño de los países escandinavos.
La intervención explora varias formas de mampostería de ladrillo, arcos y ménsulas. Todo ello combinado con una gran variedad de luminarias, mobiliario y obras de arte.
En madera y hierro, la estructura original del edificio se deja vista. Se genera así un interesante orden superpuesto entre lo nuevo y lo viejo.
El espacio interior se organiza en zonas diferenciadas. Desde comedores a doble altura y reservados, a varias barras y una cocina abierta. En el exterior, un patio con techos retráctiles permite a los visitantes disfrutar de una agradable comida al aire libre.
Arcos de ladrillo reciclado pintado en blanco abren la cocina al restaurante. En zonas elegidas, coloridas alfombras de mosaicos de Carrara y aplacados de piedra rompen el pavimento de hormigón pulido. En el centro, una barra de granito de estilo retro preside el espacio.
Arquitectura recuperada
Con detalles de estilo Art Deco y chimeneas recuperadas, la sala de estar se llena de pequeños rincones donde descansar. De carácter nostálgico y con un cierto aire inesperado, el espacio busca sorprender a sus visitantes. Los muebles de madera de Oregón, las banquetas de cuero y las piezas recuperadas combinan a la perfección con la huella del viejo edificio.
Protegido por un techo retráctil, el patio disfruta de una doble altura de la que cuelgan luminarias y obras de arte a gran formato. Llena de troncos apilados, la chimenea exterior se convierte en un original objeto decorativo. Grandes ventanales abatibles con carpintería de madera comunican este espacio con el interior.
“El proyecto es un perfecto ejemplo de sostenibilidad, y cómo reducir al máximo desperdicios y materiales”, cuentan los responsables de Alexander &CO, Jeremy Bull and Sam Birtles. Sin materiales innecesarios, el proceso de fabricación utiliza sólo materiales de construcción base. Sin listones, ni MDF, que a terminar la obra terminen en el contenedor.
Fotografía: Felix Forest (cortesía de v2com)
Para más información visiten: Alexander & Co
Vía: diarioDESIGN
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