martes, 29 de mayo de 2018

Marfil

El marfil (del árabe ‘aẓm alfíl 'hueso de elefante'), en anatomía denominado dentina, es un material duro, compacto y blanco que forma parte de los dientes de los vertebrados, que puede ser usado para tallas artísticas u otros objetos, siendo el más conocido el procedente de los colmillos de los elefantes.​ En la corona de los dientes el marfil está cubierto por el esmalte y en las raíces por cemento.

Presenta un aspecto bandeado, con finas bandas de diferentes tonos de blanco alternantes, correspondientes a líneas de crecimiento.

Para la producción de objetos tallados se ha usado marfil procedente de muy diversos animales, como mamuts, morsas, etc.

Antes de la aparición del plástico era muy usado como material de las teclas de los pianos y bolas de billar, botones y artículos ornamentales de joyería.

Su tonalidad llega a tornarse más amarillenta con los años. La densidad del marfil oscila entre 1,75 y 1,90 g/cm³.

Se emplea marfil para adorno de muebles y en la construcción de multitud de objetos tales como cepillos, peines, puños de bastón o cajas. Existen restricciones a la exportación e importación de marfil por la matanza de animales que producen este material, pero también existe el comercio ilícito con este material o productos derivados.

Su principal característica es el color amarillo pálido que adquiere con el tiempo, lo cual le ha dado el nombre de color marfil (el cual también es llamado color crema debido a la similitud del mismo con el color de la porción lipídica de la leche de vaca).

Historia.

Tanto los griegos como los hebreos y los egipcios emplearon el marfil como adorno en la decoración de salas, muebles y templos. La Biblia afirma que Salomón tenía un trono de marfil incrustado de oro​ y en los museos arqueológicos se admiran gran número de objetos hechos con este material pertenecientes a las más remotas civilizaciones. El uso del marfil en las estatuas que en Grecia se produjeron prueba lo que abundaba en aquella época. Con él, Fidias hizo las famosas estatuas gigantescas de Atenea en el Partenón y de Zeus, las cuales medían 12 y 19 metros de altura respectivamente. En estas esculturas se empleaba el marfil para representar aquellas partes del cuerpo que no cubrían los vestidos. Los romanos emplearon también este material para la escultura y la decoración. Asimismo, El arte bizantino hizo mucho uso del marfil. Por ejemplo, las puertas del templo de Santa Sofía en Constantinopla estaban adornadas con bajorrelieves de este material. Los antiguos utilizaron el marfil para sus escritos.

Vía: Wikipedia

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