El estilo colonial tiene una personalidad muy definida, a caballo entre lo exótico y lo occidental, creando un clima relajado en el que los pequeños detalles cobran mucha importancia. Muebles como un aparador colonial, ayudarán a su casa a adquirir este cáliz relajado.
Aparador colonial, un mueble con distinción
El aparador colonial tiene una serie de características que le confieren matices exóticos, siempre dentro de la sobriedad. El aparador es de madera maciza, voluminosa y con formas cuadradas. Puede tener detalles geométricos tallados, lo que le confiere un aspecto rústico y un toque bohemio. Generalmente tienen dos pequeñas puertas y también pueden tener cajones y zonas de vitrina.
Para elegir el armario colonial perfecto se han de tener en cuenta el resto de muebles. Una buena idea es escoger las sillas del comedor del mismo estilo que el aparador.
Añádale detalles a su aparador colonial
El aparador colonial, con el resto de mobiliario de la casa, le conferirá a esta un aspecto cálido y acogedor. Además, le aportará mucha luz y si no sobrecargamos las habitaciones, también ayudará a crear espacio visual. Hay varios detalles que podemos añadir para conferirle un aspecto exótico sin renunciar a la sencillez:
Plantas grandes y sencillas, acompañadas de pequeños maceteros: una gran planta en un rincón, y varias pequeñas en las habitaciones, le aportarán naturalidad a la decoración.
Colgar en las paredes mapas antiguos o cuadros vintage: son detalles de épocas pasadas que añadirán más elegancia y clase a la habitación. Los relojes de arena y las figuras étnicas también son una buena opción.
El aparador colonial es un producto que se caracteriza por su fabricación a partir de madera maciza.
Añádale detalles a su aparador colonial
El aparador colonial, con el resto de mobiliario de la casa, le conferirá a esta un aspecto cálido y acogedor. Además, le aportará mucha luz y si no sobrecargamos las habitaciones, también ayudará a crear espacio visual. Hay varios detalles que podemos añadir para conferirle un aspecto exótico sin renunciar a la sencillez:
Alfombras de colores claros y materiales como el bambú: son imprescindibles para hacer de la habitación un lugar acogedor. Si el aparador colonial es de colores oscuros, la alfombra tendrá que ser clara, y viceversa.
Plantas grandes y sencillas, acompañadas de pequeños maceteros: una gran planta en un rincón, y varias pequeñas en las habitaciones, le aportarán naturalidad a la decoración.
Colgar en las paredes mapas antiguos o cuadros vintage: son detalles de épocas pasadas que añadirán más elegancia y clase a la habitación. Los relojes de arena y las figuras étnicas también son una buena opción.
El aparador colonial es un producto que se caracteriza por su fabricación a partir de madera maciza.
Vía: Westwing
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