(1956, Ibaraki – Japón) Kazuyo Sejima es una de las grandes arquitectas contemporáneas. Estudió en la Universidad de Mujeres de Japón y se graduó en el año 1981, momento en el que empieza a trabajar con su gran maestro y arquitecto Toyo Ito. En el año 1987 funda su propio estudio en Japón, llamado Kazuyo and Associates y en 1995, junto a su socio Ryue Nishizaura, funda el estudio SANAA que significa Sejima+Nishizawa and Associates.
Kazuyo es una ‘rara avis’ entre los arquitectos estrella de hoy en día. Discreta y perfeccionista, defiende ante todo el trabajo frente al dinero, el renombre o la fama (de hecho comenta que hablar no es su fuerte). Así, con su dedicación casi religiosa (cuentan que trabaja 15 horas diaria, come, cena e incluso duerme en el estudio), se ha convertido en un referente mundial.
Y es que el trabajo y sólo el trabajo es la clave de su éxito y lo que le ha hecho abrirse un hueco entre los arquitectos de fama mundial, en un sector en el que es muy difícil para una mujer conseguir la fama en solitario.
Kazuyo Sejima ha sido profesora en universidades de Suiza, Japón y EEUU. Se asoció a Nishizawa porque él le hacía dudar de todo. Aunque trabajan juntos siguen manteniendo cada uno sus proyectos y firmas.
No sabe trabajar rápido. Dice “no nos interesa hacer muchos proyectos. Nos interesa hacerlos con el tiempo”. Su misión en cada proyecto es conseguir la forma más limpia, transparente, pura, sencilla y ligera posible, trabajando sobre la estructura y los materiales para poder abrirla lo máximo posible a la luz.
Entre sus obras más reconocidas se encuentran la Small House de Tokio (1999), el Museo de Arte de Toledo (EEUU, 2001), el teatro y centro escénico de Almere (Holanda), el Museo de Arte Contemporáneo de Nueva Cork (2007), el Pabellón de Verano de la Serpentine Gallery (Londres, 2009) o el Rolex Learning Center (Suiza, 2009)
En el año 2010 obtuvo el premio Pritzker (el Nobel de la arquitectura) por su franqueza constructiva, reconociéndose así su trabajo como arquitecta a nivel internacional.
Kazuyo es una ‘rara avis’ entre los arquitectos estrella de hoy en día. Discreta y perfeccionista, defiende ante todo el trabajo frente al dinero, el renombre o la fama (de hecho comenta que hablar no es su fuerte). Así, con su dedicación casi religiosa (cuentan que trabaja 15 horas diaria, come, cena e incluso duerme en el estudio), se ha convertido en un referente mundial.
Y es que el trabajo y sólo el trabajo es la clave de su éxito y lo que le ha hecho abrirse un hueco entre los arquitectos de fama mundial, en un sector en el que es muy difícil para una mujer conseguir la fama en solitario.
Kazuyo Sejima ha sido profesora en universidades de Suiza, Japón y EEUU. Se asoció a Nishizawa porque él le hacía dudar de todo. Aunque trabajan juntos siguen manteniendo cada uno sus proyectos y firmas.
No sabe trabajar rápido. Dice “no nos interesa hacer muchos proyectos. Nos interesa hacerlos con el tiempo”. Su misión en cada proyecto es conseguir la forma más limpia, transparente, pura, sencilla y ligera posible, trabajando sobre la estructura y los materiales para poder abrirla lo máximo posible a la luz.
Entre sus obras más reconocidas se encuentran la Small House de Tokio (1999), el Museo de Arte de Toledo (EEUU, 2001), el teatro y centro escénico de Almere (Holanda), el Museo de Arte Contemporáneo de Nueva Cork (2007), el Pabellón de Verano de la Serpentine Gallery (Londres, 2009) o el Rolex Learning Center (Suiza, 2009)
En el año 2010 obtuvo el premio Pritzker (el Nobel de la arquitectura) por su franqueza constructiva, reconociéndose así su trabajo como arquitecta a nivel internacional.
Vía: Decofilia
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